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Palacio del Infantado

Palacio del Infantado

El palacio de los Duques del Infantado es un palacio de finales del siglo XV, situado en la ciudad de Guadalajara. Actualmente, es sede del Archivo Histórico y del Museo Provincial de Guadalajara.

El edificio fue mandado a construir por el segundo duque del Infantado, Íñigo López de Mendoza y Luna. El palacio ocupó el lugar de la antigua residencia de la familia. El responsable de las obras fue Juan Guas, un arquitecto bretón muy importante durante el reinado de los Reyes Católicos.

Posteriormente, entre 1570 y 1580, el palacio fue reformado, introduciéndose los elementos puramente renacentistas. En 1936, durante la Guerra Civil, el palacio fue bombardeado e incendiado. Los duques del Infantado cedieron el palacio a la Diputación de Guadalajara, y durante los años 60 se restauró.

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El exterior del Palacio del Infantado.

En el exterior, el Palacio del Infantado destaca por su fascinante fachada. Está realizada en piedra caliza de Tamajón. El muro está completamente ornamentado con puntas de diamante, también en piedra. Una serie de vanos, introducidos posteriormente, con frontones triangulares, se abren a media altura.

Una magnífica galería corona la estructura. En ella, se intercalan balcones y garitones, en los que se abren arcos conopiales con bellas tracerías. Sobre los arcos aparecen motivos heráldicos y vegetales. Un friso de mocárabes recorre la parte inferior de la galería. La decoración de la galería la dota de un conseguido carácter escultórico.

Palacio del Infantado
Fachada principal.

En esta fachada también se encuentra la puerta principal. Está descentrada con respecto al eje de la fachada, y se abre en la parte izquierda del muro. Dos altas y gruesas columnas la flanquean a ambos lados. 

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Un arco mixtilíneo alberga la puerta. Este, a su vez, está inscrito en un arco apuntado. En el tímpano se representan motivos heráldicos, geométricos y vegetales. En las enjutas del arco, aparecen dos hipogrifos enfrentados. Sobre el arco, de nuevo, un friso de mocárabes. Encima del dintel de la puerta, dos colosos sostienen un gran escudo, símbolo de los Mendoza.

Palacio del Infantado
Escudo de los Mendoza.

El interior del Palacio del Infantado.

En el interior, sobresale el patio central o Patio de los leones. Las parejas de leones eran el emblema de Diego Hurtado de Mendoza. Se compone de dos niveles de arquerías en sus cuatro lados. 

La galería inferior está formada por arcos conopiales mixtilíneos, sostenidos por columnas de orden toscano, y con leones en las enjutas. La superior, sigue el mismo esquema, aunque son columnas torsas las que sostienen los arcos, y las enjutas albergan hipogrifos. 

Palacio del Infantado
Patio de los leones | J. L. Filipo Cabana.

Además, también tiene gran relevancia los jardines. Esto se debe a que solían ser un elemento exclusivo de los palacios andalusíes o de los monasterios de retiro para la monarquía. A estos se abre un pórtico de medio punto sobre pilares elípticos.

La mayoría de las estancias del Palacio del Infantado están ocupadas por el Museo de Guadalajara. En las habitaciones del duque, que todavía conservan frescos renacentistas, se sitúan las salas de exposición temporal. En la planta baja, se encuentra la exposición permanente, que también intenta interpretar el Palacio del Infantado.

Lamentablemente, gran parte de la decoración del Palacio del Infantado, incluidos sus magníficos artesonados mudéjares, se perdieron durante la Guerra Civil.

Palacio del Infantado
Jardines del Infantado.

Dirección: Plaza de los Caídos en la Guerra Civil 13, 19001 Guadalajara.
Teléfono: 949 21 33 01

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