fbpx

7 cuadros que han marcado la historia de España

Doña Juana la Loca, uno de los cuadros que han marcado la historia de España

¿Hay algo más interesante, bonito y estimulante que hacer un repaso por los cuadros que han marcado la historia del país? La historia de España puede y debe estudiarse a través de los grandes artistas de la historia y sus obras. El Greco, Goya, Velázquez, Murillo, Sorolla, Picasso y un largo etcétera de genios imposible de resumir en estas líneas. El arte es un vehículo pedagógico muy poderoso para conocer el pasado y poder entender el presente. Sirvan para ello estas siete obras imprescindibles en la historia del arte español, que a su vez cuentan momentos importantes de la historia sociopolítica. Unos cuadros con un incalculable valor patrimonial.

El Guernica, una obra maestra imperecedera

Mural del Gernika
Mural del Gernika | Wikimedia, Papamanila

Se trata de uno de los cuadros más célebres en todo el mundo, obra del pintor Pablo Picasso. Verlo en el Museo Reina Sofía es una experiencia realmente fascinante. El cuadro está inspirado en uno de los episodios más cruentos y turbulentos de la Guerra Civil española, en concreto en el bombardeo de la ciudad vasca de Guernica por los ejércitos fascistas italianos y alemanes, colaboradores del dictador Francisco Franco. Fue el primer gran bombardeo contra la población civil, una auténtica masacre llena de horror y sangre.

El Guernica está repleto de simbolismos; mujeres sufriendo pero que a la vez iluminan, animales aterrorizados, soldados por los suelos representando la derrota republicana, el caballo como representación del pueblo español, etc. El espectador puede quedarse horas descifrando esta obra maestra del cubismo y jamás llegará a comprenderla completamente. Una obra magna, portentosa y maravillosa del arte contemporáneo.

Las meninas de Velázquez, la obra más analizada de la historia del arte español

Las Meninas
Las Meninas | Wikipedia

También conocida como La familia de Felipe IV, es una muestra de la maestría y del torrente artístico que recorría la mente de Diego Velázquez. El Museo del Prado la hizo internacionalmente famosa, pero, ¿qué cuenta esta maravillosa obra en su enorme lienzo? Pues su título originario lo dice todo: Retrato de la señora emperatriz con sus damas y una enana. Responde a lo que promete, representa cómo era la realeza de la época, su estilo de vida y aquello que rodeaba a la infanta Margarita y su corte.

Pero más que por su impecable retrato del estamento real y sus súbditos, Las Meninas (“niña” en portugués), destaca por ser un ejercicio estilístico de primerísimo nivel con diversos significados. Hay que estudiar mucho para comprenderlo. El cuadro en sí es un reto intelectual. En cualquier caso, es una tremenda fotografía de la corona y de las inquietudes que despertaba en la población en aquella época. Puro barroco y un pedacito de nuestra historia monárquica.

El 3 de mayo en Madrid, la resistencia del pueblo español a la dominación francesa

Los fusilamientos del 3 de mayo
Los fusilamientos del 3 de mayo | Wikimedia

Otro cuadro mítico, histórico y universal. Francisco de Goya demostró todo su talento y enseñó el lado más oscuro y tenebroso de su pincel en la recreación pictórica de este sangriento episodio de la Guerra de la Independencia española. Se lo conoce popularmente como “los fusilamientos del monte Principe Pío”, que fue donde se produjeron los mismos, en lo que ahora sería la Plaza España de Madrid. La escalofriante estampa refleja la heroicidad del pueblo madrileño, el terror de la barbarie, los valientes que dieron la vida por la libertad de sus paisanos.

Esos fusilamientos se produjeron bien entrada la noche del 3 de mayo de 1808 y el cuadro fue terminado seis años después, en 1814. Goya se documentó muchísimo para este cuadro, estudiando día y noche sin parar, recabando testimonios de personas y caminando por la zona aboceteando lo que luego se convertiría en una de las grandes obras maestras de nuestro arte. Un cuadro que hay que ver sí o sí antes de morir.

Doña Juana La Loca, una composición impresionante de un momento trágico

Doña Juana la Loca
Doña Juana La Loca | Wikimedia

Absoluta obra maestra que data del año 1877 y en la que Padrilla y Ortiz desplegó toda su maestría con el pincel. La realizó con apenas 29 años bajo encargo, obteniendo la medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878, el aplauso unánime de la crítica especializada y una arrolladora fama casi instantánea.

El cuadro representa a Juana La Loca embarazada, sumida en la tristeza, velando el ataúd de su esposo amado, que falleció en 1506. Tiene la compañía de la corte en algún lugar al aire libre, es obvio que se trata de una travesía, donde se masca el frío. Se contempla el cansancio y la compasión en los numerosos protagonistas del lienzo, pero sobre todo, se transmite la desolación de la joven reina. La composición de la obra es portentosa, también la maestría de Pradilla y Ortiz a la hora de transmitir la pesadumbre y el pesimismo del episodio. Realismo histórico de primer nivel.

¡Aún dicen que el pescado es caro!, realismo social de la mano del maestro Sorolla

¡Aun dicen que el pescado es caro!
¡Aun dicen que el pescado es caro! | Wikimedia

Para entender la historia de España hay que contar la historia de sus pueblos, de la gente común. Sorolla entendió esto a las mil maravillas durante su juventud, cuando se empapó del realismo social y adquirió un pincel más costumbrista. En este impresionante cuadro, Sorolla muestra el accidente sufrido por un pescador o marinero, al que están socorriendo unos compañeros con total preocupación y dedicación. En su torso se puede observar una medalla que por entonces era símbolo de protección contra las desgracias en la alta mar. Siempre ha habido siniestralidad laboral, pero en en el mundo de la pesca era desgraciadamente muy habitual.

Es muy emocionante contemplar la fortaleza, sabiduría y energía de esos pescadores veteranos en el barrio de El Cabañal, Valencia. El cuadro está repleto de detalles formidables pero también es de admirar su elaboradísima composición, uno de los puntos fuertes del maestro valenciano. Pura historia de las clases populares.

El entierro del conde de Orgaz, la fusión de dos épocas

El entierro del Conde de Orgaz
El entierro del Conde de Orgaz | Wikimedia

El Greco fue un avanzado del manierismo, un pintor prodigioso abierto a encargos de la época, como demuestra este enorme lienzo realizado para la parroquia de Santo Tomé, en Toledo. Allí se encuentra actualmente. Retrata el entierro de un noble de la época, un señor muy célebre en Toledo por pertenecer a una de las familias más pudientes de la zona. Tuvo una gran relación con el mundo eclesiástico financiando construcciones y colaborando con la beneficiencia.

El Greco recogió el momento de su multitudinario entierro pero lo dotó de una peculiaridad: introdujo personajes relevantes de su siglo, conjugando así dos épocas bajo una composición con fuerte carga simbólica. Arriba lo divino, abajo lo humano, cielo y tierra. Su significado todavía es debatido por estudiosos de la historia del Arte. Una joya de un pintor único.

Una huelga de obreros en Vizcaya, Cutanda retrata la organización del proletariado

Fotografía de Una huelga de obreros en Vizcaya
Fotografía de Una huelga de obreros en Vizcaya | Wikimedia

Si queremos entender la evolución de la sociedad española debemos acercarnos a la pintura histórica y realista. El pintor Vicente Cutanda, aunque nacido madrileño, retrató como ningún otro pintor la vida en los altos hornos de Vizcaya. En este lienzo, Una huelga de obreros en Vizcaya, capturó la esencia de la lucha de los trabajadores, retratando el ajetreado instante en que se organiza una huelga colectiva a finales del siglo XIX. Los colores grisáceos elevan el dramatismo de la escena, un gentío de obreros luchando por mejores condiciones laborales, por su dignidad y sus vidas.

El cuadro se llevó décadas arrumbado sin que se supiera su paradero y a principios de este siglo fue encontrado en un estado penoso en los sótanos del Ministerio del Trabajo. Tras una ardua y laboriosa tarea de restauración, hoy día luce en el Museo del Prado. Cutanda fue uno de los pocos pintores que desarrolló su vida con la clase trabajadora, más involucrado en la gente normal que en las altas esferas sociales. Su obra es portentosa.