Hay pocas experiencias más agradables que la de sentir el viento en el rostro mientras se surca el mar. Poseer un barco es tener una hilera de opciones infinitas que te permiten viajar a la par que disfrutar de esa sensación. Largas travesías en familia, íntimos paseos en pareja o deportes marítimos como la pesca son algunas de las alternativas de ocio que se despliegan ante los ojos del viajero. Pero antes comprar de un barco en España hay que saber algunas cosas. Te contamos las más básicas.
Cómo fardar de un barco sin tenerlo
El primer paso antes de comprar un barco en España es plantearse si realmente lo necesitamos o si vamos a utilizarlo lo suficiente y, en caso afirmativo, pensar qué uso le daremos. Como si fuéramos a comprar una prenda de ropa, hay que preguntarse: “¿Necesito esos pantalones? ¿No? Pues entonces no. ¿Aun así los quiero? ¿Me los voy a poner? ¿Con qué me combinan?”. Pues comprar una embarcación lo mismo (aunque un poquitito más caro).
Lo bueno es que si lo que queremos es navegar durante unos pocos días al año y evitar las responsabilidades de un barco en propiedad podemos optar por los barcos de alquiler o chárter, es decir, el alquiler de embarcaciones de recreo tanto con patrón como sin él. Esta opción permite evadir las responsabilidades de mantenimiento e incluso prescindir del título correspondiente para manejar el barco. Sin embargo, requiere de una inversión elevada que puede alcanzar los 500 euros al día tratándose, por ejemplo, de un velero.
Otra opción más económica es apuntarse a un club náutico, pagar una suscripción anual y tener acceso al barco todo el año coordinando el calendario con los otros miembros del club para no coincidir en la misma salida. Si aún así lo que se prefiere es un barco en propiedad, llega el momento de elegir para qué tipo de travesía se va a necesitar.
Dime qué distancias recorres y te diré qué tipo de barco necesitas
Dependiendo de la distancia a la costa, se precisa de embarcaciones más o menos robustas. Tampoco será igual plantear una pequeña excursión que unas vacaciones de una semana en el mar. Por ello, en primer lugar están las navegaciones costeras, aquellas que, como su nombre indica, se ubican cerca de la costa. Su coste es bajo y solo se necesita la Licencia de Navegación si se trata de lanchas de menos de seis metros de eslora. Con lanchas de mayor longitud, rígidas o con cabina, se necesita además el título de Patrón de Navegación Básica (PNB).
Por otra parte, las navegaciones de media y larga distancia son aquellas que disponen de camarotes y que necesitan amarre, como yates y veleros. Eso sí, siempre que tengan menos de 10 metros de eslora. En este caso es necesario contar con el permiso de Patrón de Embarcaciones de Recreo (PER). Este mismo título también es imprescindible para conducir navegaciones de larga distancia, veleros de más de 10 metros de eslora o catamaranes.
Como es comprensible, el coste de la embarcación aumenta según su tamaño, lujo y navegabilidad. Por tanto, se necesita tener en cuenta las preferencias y usabilidad del vehículo para determinar un presupuesto.
La burocracia necesaria para comprar un barco en España
Dependiendo del tipo de barco y de su objetivo de uso se necesita una documentación concreta. El proceso puede ser complejo para navegantes novatos y la documentación en España es bastante enrevesada. Por tanto, es aconsejable confiar en una gestoría para que maneje el papeleo. De esta forma, ahorraremos tiempo y, probablemente, dinero, evitando potenciales fallos en las declaraciones y el pago de impuestos.
En cualquier caso, lo primero que se necesita es la patente de navegación correspondiente al tipo de barco. Lo segundo es adquirir el Marcado CE de embarcaciones de recreo. Es decir, “una declaración formal del fabricante o de su representante autorizado respecto a la conformidad de la embarcación con la legislación de la Unión Europea”. Este permiso es obligatorio para cualquier embarcación entre 2,50 y 24 metros de eslora.
Los documentos asociados al CE son, en primer lugar, la declaración escrita de conformidad, un documento oficial del fabricante de la embarcación con la reglamentación correspondiente. En segundo lugar, el manual del propietario, que se corresponde con la información de la embarcación, equipamiento y guía de uso. También se necesita una placa del constructor o, lo que es lo mismo, una tarjeta con el nombre del fabricante, categoría del diseño y límite de carga y tripulantes máximos. Por último, también es imprescindible disponer de un número de identificación del casco, una especie de DNI del barco compuesto por 15 caracteres.
Luego, tras los procesos de abanderamiento, registro y matriculación se deben adquirir los certificados de navegabilidad correspondientes a la embarcación, una documentación similar a la ITV de un coche. Por supuesto, tener el barco asegurado es una parte de obligado cumplimiento para cualquier embarcación. Su incumplimiento puede acarrear multas considerables.
Pago de impuestos por comprar un barco
Por otra parte, las tributaciones y pagos de impuestos al comprar un barco en España son similares a los de otros productos. El IVA alcanza valores del 21 % y ninguna embarcación, independientemente del uso, tamaño o condición está exenta de pagarlo. Sin embargo, si la compra se realiza entre particulares no lleva IVA, sino el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales con un gravamen del 4 %.
Asimismo, el Impuesto de Matriculación alcanza el 12 %, solo aplicable a embarcaciones con más de ocho metros de eslora. Por otra parte, la Ley de Impuestos Especiales afecta a todas las embarcaciones de recreo privado a menos que tengan una eslora igual o inferior a 15 metros, estén dedicadas al chárter o sean barcos de vela.
Documentación que siempre deberás llevar a bordo
Al igual que un coche, un barco es un vehículo y, aunque vaya por el agua, es necesario llevar siempre una documentación a bordo. Esta documentación consta, en primer lugar, de un permiso de abanderamiento. Es decir, de un permiso que concede la nacionalidad al barco y le da permiso para navegar en sus aguas por dicho Estado, condición que le atribuye la bandera.
También hay que llevar a mano la matrícula, un documento administrativo que identifica y diferenciar al barco de los demás, y el registro, un trámite necesario para estar amparado bajo la legislación vigente. Asimismo, son indispensables los certificados de registro y navegabilidad. El primero es aplicable a las embarcaciones de recreo, mientras que el segundo solo necesitan llevarlo aquellos barcos que no cuenten con CE, que serán aquellos con una eslora pequeña. Por supuesto, es mejor no dejarse nunca ni la póliza de seguros ni el patente ni la licencia de navegación en casa, pues se trata de documentos que permiten que el barco navegue.
El coste de mantener un barco
Otro gasto a tener en cuenta antes de comprar un barco en España es el mantenimiento y el amarre. En cuanto a la primera cuestión, esta dependerá mucho de sus características y del uso que se le dé al mismo. Para acotar la inversión que supone mantenerlo, es imprescindible vigilar cuestiones como el seguro del barco.
En términos generales, el precio del seguro se incrementará a medida que aumenten el tamaño de la eslora y la potencia del motor. Sin embargo, el precio final de la póliza dependerá además de su cobertura y de los daños que cubra. El equipamiento y el motor, el combustible y el coste de Inspección Técnica para Barcos también variarán el presupuesto final del barco.
Por otra parte, el amarre es una de las cosas imprescindibles a tener en cuenta antes de comprar un barco en España. Se trata del lugar donde la embarcación se queda anclada, obligatorio para barcos como yates, veleros y catamaranes. El precio dependerá del puerto a elegir. Otra cosa es el varadero, que se utiliza cuando no va a usarse el barco en varios meses. Un gasto más a tener en cuenta.
Pros y contras de comprar un barco
El precio final de comprar un barco en España depende de varios factores y conlleva una serie de trámites administrativos complejos para un novato. Por tanto, confiar en una gestoría o elegir opciones como el alquiler o los clubs náuticos son opciones nada desdeñables. Por otra parte, quedan las ventajas. Es España, que dispone de muchísimos kilómetros de costa, los infinitos destinos vacacionales se convierten en potenciales viajes que hacer en barco.
