Presente en la literatura y en la historia desde sus orígenes, poco se sabe del verdadero origen y la evolución de la pera. Se dice que esta fruta, nativa de Europa Oriental y de Asia Occidental, se conoce desde el neolítico. Fue cultivada por egipcios, griegos y romanos, según muestran algunos restos arqueológicos, y fueron estos últimos los que la introdujeron en Hispania. En la actualidad se cultiva en países con un clima templado, siendo los principales productores China y España.
Efectos sobre el organismo
”Estar más sano que una pera”. Seguro que no es la primera vez que has oído esta expresión. Lo cierto es que el refranero popular muy pocas veces se equivoca. La pera es una de las frutas con más beneficios y propiedades refrescantes para nuestro organismo. No obstante, siempre que se pueda hay que elegir peras de cultivo ecológico para aprovechar todas las bondades y el sabor de esta fruta mientras que se protege el ambiente.
Hidratante
Este alimento contiene más de un 80% de agua, la cual contribuye a hidratar nuestras células. Paralelamente, la acción diurética de esta fruta sirve para favorecer el correcto funcionamiento de los riñones y la eliminación de toxinas. Es decir, la pera es perfecta para depurar.
Para adelgazar
Es una opción fantástica para picar entre horas siempre que tengamos hambre. Su contenido en grasas es casi nulo. Al ser una fruta pobre en calorías y compuesta casi en su totalidad por agua, es ideal para incluir en las dietas puesto que podemos comer todas la que queramos hasta saciarnos sin consumir calorías.
Para enfermedades cardiovasculares
Aumentar el consumo de peras ayuda a disminuir la presión arterial y los niveles de colesterol. La fibra juega un papel clave en la regulación del sistema inmune y la inflamación y, en consecuencia, disminuir el riesgo de patologías relacionadas con la inflamación tales como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la obesidad.
Para la digestión
Esta fruta colabora en el mantenimiento de un buen estado del aparato digestivo, especialmente en casos de diarrea, úlceras o gastritis. Gracias a su importante cantidad de fibra permite combatir el estreñimiento. También contribuye a conservar la flora intestinal, protegiendo el deterioro de la mucosa.
Para la diabetes
El consumo de este alimento es recomendable para disminuir altos niveles de azúcar en la sangre. Su índice glucémico es bajo, aunque tiene un sabor dulce, por lo que suele recomendarse para controlar la diabetes.
Hipoalergénica
Una de las propiedades de la pera que no es muy conocida por los consumidores es que tiene menos probabilidades que otras frutas de producir alergias. Por esta razón es muy recomendada para incluir en las dietas de los bebés.
Cómo consumirlas
Fuente de agua, fibra, vitaminas y minerales, las peras son adecuadas para todos los miembros de la familia, y un componente ideal para tus postres y tus jugos en los desayunos. Es deliciosa como fruta fresca. También cruda combina muy bien en ensaladas con endibias y berros, quesos (cabra y azules), embutidos y frutos secos. Se pueden elaborar sopas frías que sirven de postres o primeros platos, según el condimento que usemos.
La pera, si es cocinada, puede formar parte de platos dulces y salados. Estos últimos suelen ser carnes de muy buena calidad y con un sabor fuerte, como son por ejemplo la carne de pato o las de caza.
Antes de consumirlas es fundamental lavarlas muy bien, ante todo si se van a comer crudas. En el postre es mejor tomar las que son más blandas, jugosas y aromáticas.
Sabemos que comer esta fruta puede resultar algo pringoso, pero su sabor y su beneficios merecen mucho la pena. Así que, no le pidas peras al Olmo y acércate hasta el supermercado y hazte con una buena bolsa de ellas.
