Qué ver en Idiazábal

Históricamente Idiazábal ha sido una población rural regida por la estructura social y la economía de caserío, baserri en euskera. Durante 1384 sus habitantes acordaron fusionarse con la vecina Segura. La intención era protegerse frente a los bandoleros navarros que cruzaban la frontera del río Deba. La anexión fue confirmada por los reyes de Castilla en 1387 y 1393.

El primer desarrollo económico y urbanístico de la población vino de la mano de actividades molineras y ferreteras. Esto fomentó el enriquecimiento de algunos propietarios, los cuales llegaron a engalanar sus caseríos como si de casas feudales se tratasen.

Hacia 1561 Idiazábal actuaba como puerto seco del territorio foral. Por tanto, allí se pagaban los impuestos por las importaciones y exportaciones al vecino reino de Navarra. El 4 de febrero de 1615 sus vecinos pagaron a la Real Hacienda una suma de 17 698,75 reales de vellón. A cambio, Felipe III les concedió la categoría de Villa desvinculándola de Segura.

Durante el siglo XIX la creciente industrialización potenció la crisis del caserío tradicional. Así, la localidad tuvo que reorientar poco a poco su actividad hacia pastos más fabriles. Ya en la segunda mitad del XX se vio inmersa en un importante proceso de modernización. Gracias a él se configuró la estructura de la actual población. Esta fusiona el encanto del pueblo tradicional con el progreso contemporáneo. En 1987 fue ratificada la Denominación de Origen para los quesos de Idiazábal.

Ahora, lo mejor que ver en Idiazábal.

El municipio se sitúa en la comarca de Goierri, al sur del territorio histórico de Guipúzcoa, en un entorno natural excepcional. Está compuesto por el núcleo urbano y el barrio de Ursuaran. En la actualidad se ha integrado completamente en la vida moderna. Sin embargo, sigue aportando vistosos contrastes entre la tradición vasca y la industria.

Este recorrido por lo que ver en Idiazábal arranca en sus alrededores. Allí perdura un importante conjunto de monumentos megalíticos del Neolítico y la Edad del Bronce. Por ejemplo, los túmulos y dólmenes de Atxurbi, Napalatza, Unanabi, Etxegarate, Bidarte y Zorroztarri.

Ya en el pueblo, toca ir a la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel. Románica y del siglo XII, fue reformada durante los siglos XVI y XVII. Hay que prestar atención a su portada tardorrománica y al retablo barroco (siglo XVIII) que se conserva en su interior. Miguel Irazusta diseñó tal obra y José Antonio Iparragire la construyó.

Con todo, el corazón del pueblo es la Plaza Mayor de Idiazábal. El espacio acoge al ayuntamiento y hasta los años veinte la posada del pueblo. Mientras tanto, en la plaza San Miguel se haya el Monumento al Pastor Vasco. Es una prueba de la importancia que durante siglos ha tenido el pastoreo ovino en la zona. Al respecto sobresale también el Centro de Interpretación del Queso.

Los palacios construidos por los indianos a principios del siglo XX ocupan un lugar alto entre lo que ver en Idiazábal. Por ejemplo, destacan los de Txomenarenea, Floreaga o Arraizenea. Asimismo, son notables las casas señoriales de Eztenaga, Maugia y Oiarbide, de los siglos XVII y XVIII.

Un cercano altozano alberga a la Ermita de Gurutzeta, con grandes vistas de los alrededores. Este templo que ver en Idiazábal, de estructura rectangular y con techo de madera, fue la antigua parroquia de la ciudad. Dentro guarda un retablo gótico, de madera dorada. También puede disfrutarse de la talla gótica de la Virgen de Gurutzeta (siglo XIII).

En 1987 se ratificó la Denominación de Origen Idiazabal. A día de hoy engloba a más de 500 ganaderías y más de 100 lecherías. El nombre viene dado porque es aquí donde comenzó a venderse. El Queso de Idiazábal está elaborado exclusivamente a partir de leche de ovejas latxas y carranzas en el País Vasco y Navarra. De esta forma se excluye la zona del Roncal, que cuenta con su propia Denominación de Origen.

Las latxas y carranzas son razas de ovejas pequeñas cuya lana tiene escasa calidad. Tal hecho se compensa con su excelente leche. De sabor intenso y salinidad media, es un producto que requiere al menos dos meses de maduración. Puede encontrarse ahumado o sin ahumar.

Finalmente, una vez hecho el recorrido por lo que ver en Idiazábal, descubre más planes por la provincia de Guipúzcoa, así como su turismo activo.