En los últimos años el colesterol (malo) es uno de los principales problemas a los que se tiene que enfrentar la población. Los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y la rapidez a la hora de elaborar comidas diarias provocan este problema. Para empezar debemos aclarar que existen dos tipos de colesterol: el bueno (llamado HDL) que nos ayuda a limpiar las arterias y a mejorar la salud cardiovascular; y el malo (LDL) que es grasa que se va acumulando en las paredes arteriales provocando, a la larga, problemas de circulación, ya que tapona las paredes arteriales. Para reducirlo es necesario un cambio en el estilo de vida: realizar ejercicio físico, reducir la ingesta de grasas saturadas y, sobre todo, seguir una buena alimentación. A continuación añadiremos algunos de los alimentos que por su composición nos ayudan a eliminar el colesterol malo de nuestro cuerpo.
Avena: Es considerado uno de los superalimentos del momento. Esto se debe a que, además de ayudar a reducir el colesterol, ayuda en otros aspectos como puede ser regular nuestro sistema digestivo. En cuanto al colesterol se refiere, sus beneficios se deben al avenasterol, un esterol natural de origen vegetal que disminuye la absorción de colesterol en el intestino. También su contenido en fibra y lecitina ayuda a este cometido.
Cebada. No nos engañemos. Por mucho que hayamos escuchado que la cerveza tiene cebada, el porcentaje del mismo no es suficiente para obtener los beneficios que ponemos a continuación y, de hecho, no es beneficioso para el colesterol. La cebada al natural comparte con la avena su riqueza en fibra que permite la reducción de LDL. Además, en las cáscaras de éstos granos encontramos una vitamina E con un alto poder antioxidante de los que también nos podremos beneficiar. Los alimentos integrales (arroz o el pan integral) también nos proporcionarán estos dos beneficios.
La soja. Tanto en grano como en salsa, tiene una cantidad significativa de ácido linoléico, oleico e isoflavonas ejercen una acción positiva en la disminución del colesterol, según han demostrado en varios estudios.
Pescado azul: Sus ácidos grasos poliinsaturados son reconocidos por su capacidad para disminuir el riesgo de trombosis y la tensión arterial. Todos estos efectos, y otros, lo convierten en un protector contra enfermedades cardiovasculares.
Aceite de oliva: Es sin duda uno de los más conocidos. Sus beneficios se obtienen en crudo por lo que se recomienda tomar una cucharada ya sea en ensaladas, para desayunar o en cualquier otro plato como aliño. Sus ácidos grasos monoinsaturados, la vitamina E y los fitosteroles son los compuestos que nos ayudarán con el colesterol.
Legumbres: Su compuesto en lectinas favorece el transporte de colesterol y reduce la acumulación del mismo en las paredes de las arterías. Además, contiene saponinas que disminuye la absorción de LDL. Ello sin contar con que son una fuente de fibra.
Nueces: La mayoría de los frutos secos cuenta con unos ácidos que el organismo transforma en ácidos grasos omega-3 y fitosteroles. Ambos son muy apropiados para la reducción de colesterol. Comer alrededor de unos 45 gramos al día de la mayoría de frutos secos podría reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Manzana: Esta fruta (al igual que otras como las uvas, fresas y cítricos) contiene pectina que es fundamental para limpiar las arterias, reduciendo por lo tanto los riesgos de acumular LDL.
Además de estos alimentos existen muchos otros que también permiten reducir el colesterol en sangre. Es importante recordar que manteniendo una alimentación sana, haciendo deporte, reduciendo la ingesta de embutidos, quesos y alimentos grasos será suficiente para ver cambios en nuestros niveles de colesterol.
