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Qué ver en Garrovillas de Alconétar

Panorámica que ver en Garrovillas de Alconétar

El gran embalse, el puente y la mayor Plaza Mayor

En las proximidades del embalse de Alcántara II, en medio del paisaje de la dehesa, se sitúa esta localidad. Su antiquísimo puente dio lugar a una población que contiene una de las mayores plazas de España. Asimismo, posee uno de los órganos más antiguos de Europa. No te pierdas la historia y lo mejor de Garrovillas de Alconétar.

Planifica tu escapada a Garrovillas de Alconétar

La visita a todos los lugares pintorescos que ver en Garrovillas de Alconétar puede alargarse durante toda una mañana. Es recomendable llamar al ayuntamiento para saber el horario de apertura de la iglesia de Santa María de la Consolación, donde hay un extraordinario órgano. La Plaza Mayor y el Convento Franciscano de San Antonio Abad son otros hitos interesantes.

La escapada puede continuar hacia el oeste, hasta el típico pueblo de Brozas, para subir después a la histórica Alcántara. Por allí también se entra al gran Parque Natural del Tajo Internacional, gran para el senderismo. Otro destino posible para alargar la estancia es Cáceres, con su imperecedero casco histórico. Los pocos pero notables alojamientos y restaurantes están en las páginas sobre Dormir y Comer en Garrovillas de Alconétar. Por último, el emplazamiento del pueblo lo hace ideal para explorar las diferentes opciones de turismo activo en la provincia de Cáceres.

¿Quieres conocer este sitio?

De forma previa a conocer los mejores lugares de Garrovillas de Alconétar es adecuado repasar su historia. Así, de época neolítica se conservan los Dólmenes de Garrote, trasladados de sitio por anegarse el primitivo emplazamiento por el embalse de Alcántara II. También se encontró allí la llamada “espada de Alconétar”. Se trata de un artefacto de bronce encontrado en el cauce del Tajo. El hallazgo se realizó durante el transcurso de las excavaciones de una de las pilastras del nuevo puente del ferrocarril Madrid-Lisboa. Tal monumento, diseñado por el arquitecto francés Eiffel, está actualmente por el pantano.

En la confluencia del río Almonte con el Tajo hay un castro celtibérico en el que se observa la acción de las tropas romanas. Tras la entrada del imperio en la Península, estas se instalaron en un lugar llamado Turmulus, cerca de Garrovillas de Alconétar. La presencia romana coincide con la construcción del puente de Mantible sobre el cauce del Tajo. Las obras se sitúan en el contexto de la Vía de la Plata, arteria norte/sur de la España latina.

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Más tarde, hacia el 828, el caudillo musulmán Mahamud se alió con los bereberes de Mérida para sublevarse contra el califa Abderramán II. Tras su derrota debió de huir al territorio del reino de Asturias, dando lugar a relatos legendarios que todavía son recordados. A mediados del siglo X, debido a las incursiones de los cristianos, los mahometanos levantaron una torre para defender el estratégico lugar. El enclave sería llamado a partir de entonces Alconétara, o “puentecillo”, de Mahamud, en recuerdo al famoso señor. Tal edificación actualmente sobresale en las aguas del embalse. Al parecer allí se inspiró Pedro Calderón de la Barca para escribir una comedia caballeresca llamada “La Puente de Mantible”.

La fortificación caería en manos cristianas, pero, en el 1133, el emir almorávide Tasufin la reconquistó. Durante 1167 las tropas del rey Alfonso VIII volvería a tomar el baluarte islámico, entregándoselo a los caballeros de la Orden del Temple. Estos convirtieron a su fortaleza en cabeza de la Encomienda desde la que gobernaban la zona. Ya en el siglo XIII, Alconétar desapareció como consecuencia de una terrible riada. Los supervivientes se trasladaron a la cercana aldea de Garro. Alfonso X le concedió un fuero para promover su repoblación y desde entonces el lugar fue conocido como Garrovillas de Alconétar, heredero del territorio de la población inundada.

Alcanzado 1258, Alfonso X recuperó el control de la plaza fuerte, cediéndoselo a su hijo Fernando de la Cerda diez años después. El Señorío volvió a la Corona hasta que Juan II lo puso en manos del II Conde de Niebla. Después sería  transmitido al ducado de Alba de Liste. Garrovillas de Alconétar alcanzó durante los siglos XV y XVI su máximo esplendor, como muestra patrimonio de la época.

Casas de la Plaza Mayor de Garrovillas de Alconétar
Casas de la Plaza Mayor de Garrovillas de Alconétar

Como conclusión, la historia de Garrovillas de Alconétar se puede resumir en la evolución de sus puentes. Son edificios que se alzaron, se destruyeron y se sumergieron. El relato se inicia en el puente romano, en ruinas desde la segunda mitad del siglo XIV y aprovechado por los musulmanes. Este sigue hasta los primeros años del ferrocarril, con el puente inaugurado por Alfonso XIII. El tramo final se alcanza con la posterior sucesión de construcciones sobre el embalse, el Tajo, el Almonte y el arroyo de Villoluengo.

El recorrido por lo que ver en Garrovillas de Alconétar comienza por su Plaza Mayor. Con unos espectaculares 4.000 metros cuadrados y forma irregular, es una de las doce más extensas de España. Las edificaciones más antiguas de la plaza son viviendas del siglo XV. Se trata de viviendas de dos plantas encaladas con soportes de granito y arcos de ladrillo. Sus 103 ventanales y 65 arcos se mantienen a pesar de la curvatura que provocó el terremoto de 1755 en muchas de las columnas. El conjunto es Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional y se emplea como coso taurino durante las fiestas de San Roque.

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Los dos edificios que captan la atención por encima del resto son el Palacio de los condes de Alba y Liste, así como el Corral de Comedias. El palacio, perteneciente a una familia nobiliaria de origen zamorano, fue construido en el siglo XV por don enrique Rodríguez, hijo del almirante de Castilla. Aunque se percibe el estilo renacentista con influencia mudéjar, las sucesivas reformas han ocultado su estructura original. Actualmente el edificio se ha transformado en hospedería. El Corral de Comedias se sitúa en el edificio que ocupaban antaño las antiguas casas de alguaciles y la carnicería. Tiene la singularidad de disponer de tres plantas. Debió funcionar desde el siglo XVII, siendo reconstruido en el año 1991 siguiendo el modelo de Almagro.

Desde la plaza Mayor, se llega a la Iglesia de San Pedro Apóstol (s. XV), templo estilo románico/gótico. El pavimento del interior está repleto de sepulcros, adornados con inscripciones y escudos heráldicos. Cabe destacar el retablo mayor renacentista y la pila bautismal de granito de una sola pieza. También son llamativos el órgano del siglo XVII y una talla del Cristo de las Injurias (siglo XVI). La portada que hoy sirve de acceso al templo es considerada la parte más antigua. Se encuentra enmarcada por la presencia de los escudos de armas de los condes de Alba de Liste.

La otra iglesia notable que ver en Garrovillas de Alconétar es Santa María de la Consolación. Tal edificio gótico del año 1520 posee un bonito el coro y el órgano. Dicho instrumento estaba en funcionamiento ya en 1597. Según multitud de especialistas es uno de los más antiguos de Europa y su valor es incalculable.

Siguiendo la calle que conduce al convento de las madres Jerónimas puede verse la Casa de los Templarios. El lugar se llama así porque acogió los cuarteles generales de estos monjes guerreros. Al continuar por esta vía se llega a uno de los dos conventos que ver en Garrovillas de Alconétar. Es el convento franciscano de San Antonio Abad, actualmente abandonado y sin uso. El convento de monjas Jerónimas, en cambio, permanece en uso desde que fue fundado Diego Suárez y don Fernando Enríquez. Su estructura aprovecha la disposición de una casa señorial del siglo XVI.

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Sin salir de los pares, también hay dos interesantes ermitas que ver en Garrovillas de Alconétar. Estas son el Cristo del Humilladero, erigida a finales del siglo XV, y el santuario de Nuestra Señora de Altagracia. Este ultimo templo gótico está situado en una meseta de granito, en la dehesa de Villoluengo. Resulta especialmente interesante por su leyenda.

Según se dice en el pueblo, hubo una aparición de la Virgen de época visigoda. Una pastorcilla vio, junto a una peña, la resplandeciente imagen de una mujer. Unos dicen que vestida de negro, otros que de blanco. La niña corrió a contar a sus padres la noticia. Cuando toda la familia volvió al lugar de la aparición, hallaron una talla de la virgen. Llevaron la imagen al pueblo, pero, poco después, la figura desapareció misteriosamente. Para la estupefacción general, había vuelto a su lugar de origen. Cada traslado manual suponía otro milagroso. Desconcertados por lo ocurrido, los vecinos concluyeron que la Virgen quería seguir donde apareció. Poir ello, construyeron el santuario de Nuestra Señora de Altagracia.

Arquitectura local de Garrovillas de Alconétar
Arquitectura local de Garrovillas de Alconétar

Para terminar el paseo por lo que ver en Garrovillas de Alconétar queda Puente romano de Alconétar y la torre de Floripes. El primero estaba situado cerca de la desembocadura del Almonte. Medía cerca de 250 m de largo, contando con 13 arcos de medio punto. Para evitar las consecuencias de la inundación del embalse de Alcántara, en 1969 fue trasladado piedra a piedra hasta su emplazamiento actual. El segundo es la Torre de Floripes. La estructura fue levantada por los musulmanes aprovechando las piedras del poblado romano de Turmulus. Sin embargo, lo que ahora emerge de las aguas del pantano es la reconstrucción hecha por los cristianos.

Con esto concluye lo mejor que ver en Garrovillas de Alconétar.

Imprescindibles

Convento Franciscano de San Antonio Abad en Garrovillas de Alconétar
Convento Franciscano de San Antonio Abad
Plaza Mayor de Garrovillas de Alconétar
Plaza Mayor de Garrovillas de Alconétar

Datos prácticos

Coordenadas

39° 42′ 44” N,  6° 33′ 4” W

Distancias

Cáceres 40 km, Plasencia 72 km, Badajoz 125 km, Madrid 300 km.

Aparcamiento

Sin dificultad.

Altitud

327 m.

Habitantes

2245 (2013).

Estas son las grandes fiestas que ver en Garrovillas de Alconétar. San Antón (17 de enero), San Blas (3 de febrero) y Romeria al santuario de la Virgen de Altagracia (8 de septiembre).

Otro evento que ver en Garrovillas de Alconétar es la Corrida de toros del Día de San Roque (agosto).

En el torno del Convento de las Madres Jerónimas se pueden adquirirlos sus dulces monacales.