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El pueblo dominado por un castillo con vistas extraordinarias

Montefrío

Durante siglo y medio, esta localidad de Granada fue el bastión que detuvo a los castellanos de Jaén. Más tarde, durante el periodo de las guerras civiles nazaríes, acogió siete años a un líder de los famosos abencerrajes. Para comprender este enclave único, recorremos la historia y las calles de Montefrío, un pueblo con un excelente patrimonio y vistas espectaculares.

La historia de un pueblo que nunca duerme

Antes de tratar lo que ver en Montefrío, cabe repasar un tanto su historia. Así, está documentada la presencia de comunidades primitivas ya en el Neolítico Medio. Durante este periodo, 4500 años antes de nuestra era, se pobló el vecino asentamiento de Castillejos. Además existen varios dólmenes de la Edad del Cobre que prueban la estabilidad que vivieron las sociedades locales. Fenicios, íberos y romanos se sucedieron al mando de Hiponova. Más tarde tomarían el relevo los visigodos y, desde el siglo VIII, los árabes. Inicialmente formó parte de la Cora de Elvira.

Un relato de batallas y conquistas

Montefrío
Montefrío. | Shutterstock

La conquista castellana de la vecina fortaleza de Alcalá la Real en 1352 aumentó la inestabilidad en la región. Como respuesta, Yusuf I edificó un alcázar. De este modo, la población de la antigua Hiponova se trasladó a los aledaños de la fortaleza. Además, se levantó una alcazaba para proteger el conjunto. Con ello se generó un formidable bastión fronterizo. El enclave recibía el apoyo de varias torres vigías. Las más notables eran las del Cortijuelo, los Anillos y los Guzmanes. Esta terna es visitable hoy en día.

Durante siete años, la fortaleza de Montefrío fue la Corte de Aben Ismail III, decimoctavo monarca nazarí. Perteneciente a los Abencerrajes, obtuvo apoyo de Juan II de Castilla a cambio de su vasallaje. Sus luchas con Muhammad X el cojo fueron notables.

Calles y antiguo castillo de Montefrío
Calles y antiguo castillo de Montefrío. | Shutterstock

Los nazaríes mantendrán la fortaleza pese a los periódicos ataques castellanos. En junio de 1486, tras la toma de Loja, los castellanos procedieron a talar todos los bosques de los alrededores. Además, tomaron las torres vigía que apoyaban a la fortaleza. Tras derribar las murallas con la artillería, el ya famoso caballero Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, lideró el asalto a la muralla. De esta forma fue conquistada Montefrío. Tal evento sería representado, en el siglo XIX, por el pintor José Madrazo en El Gran Capitán en el asalto de Montefrío.

La mayoría de la población morisca emigró a territorio musulmán. Por ello debió realizarse una repoblación con castellanos en 1491. Esta resultó muy dificultosa. Así, en 1531, el concejo solicitó al rey Carlos I el derribo del castillo para facilitar la urbanización del pueblo. Como en el resto de Andalucía, el siglo XVI fue de una gran prosperidad para el lugar. Ya en el siglo XVIII llegó a sumar 5100.

Durante julio de 1936, la localidad se mantuvo fiel a la República. Sin embargo, fue ocupada poco después por los golpistas. Volvería a cambiar de manos dos veces más en las siguientes semanas. En la posguerra la comarca fue escenario de la actividad de los maquis.

Qué ver en Montefrío

Montefrío
Montefrío. | Shutterstock

Lo primero que hay que ver en Montefrío es una llamativa construcción situada en lo alto de la roca. Se trata del antiguo Castillo de la Villa, edificado como alcázar musulmán hacia 1352. El conjunto incluye un triple recinto, plaza de armas, aspilleras, adarves, torres, aljibes y almacenes. Dentro se alza la Iglesia de la Villa. Mandada construir por los Reyes Católicos, fue reformada por Diego de Siloé entre 1549 y 1570. Debido a ello numerosos rasgos renacentistas se sumaron el gótico inicial.

Durante el siglo XVIII, el día de la Virgen de los Remedios, un rayo cayó sobre el templo. Aunque estaba abarrotado de fieles, solo quemó el retablo y solo cortó el rabo de un perro. Por esa razón se cambió tal virgen pasó a ser la patrona del lugar. Con anterioridad lo era la Virgen de la Encarnación. En el Castillo de la Villa se ubica actualmente el Centro de Interpretación de la Última Frontera. Su visita permite entender la turbulenta historia de la conquista castellana de Montefrío.

El deseo de construir una nueva iglesia en la zona llana significó el abandono de la Iglesia de la Villa. Así, entre 1786 y 1802 se edificó un singular edificio. La Iglesia de la Encarnación brilla por su peculiar forma: círculo perfecto. A este se adosan varios cuerpos, uno de los cuales acoge la capilla mayor. Esta disposición convierte a la construcción en una de las más bellas que ver en Montefrío.

Iglesia de la Encarnación
Iglesia de la Encarnación. | Shutterstock

Continuando con la arquitectura sacra, durante el siglo XVI se promovió la sobria Iglesia de San Sebastián. Sin embargo, en 1802 se abandonó, pasando a manos particulares. Actualmente sirve como centro de salud. Por otro lado, la comunidad franciscana fundó un convento (siglo XVI) en el Cerro del Calvario. Su iglesia se construyó en el siglo XVIII, quedando dedicada a San Antonio de Padua. El Hospital de San Juan de los Reyes (1530 ), en pleno centro, fue patrocinado por Juan de Carrión, heraldo de los Reyes Católicos.

La vida cotidiana de Montefrío en sus edificios civiles

Ya en el plano civil, hay varios hitos que ver en Montefrío. El Pósito para almacenar el grano, de estilo neoclásico, data de 1795. Por su parte, la actual sede del Ayuntamiento fue originalmente una casa señorial construida de 1787. No fue hasta el siglo XX que se adaptó como Casa Consistorial, añadiendo un balcón a la fachada principal.

Uno de los edificios más bellos de Montefrío es la llamada Casa de los Oficios (1579). Fue levantada como sede de los artesanos de la villa. Su fachada de sillería presenta una curiosa sucesión de arcos de medio punto en el piso inferior. Por último, a poco más de un kilómetro del casco urbano resiste sobre el arroyo de Milanos el llamado Puente Romano.

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