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Qué ver en La Bañeza, mítica población de la Vía de la Plata

Panorámica de La Bañeza

Nudo de comunicaciones, centro comercial al sur de León y capital de la comarca conocida como Tierras de la Bañeza, así es La Bañeza. Población asociada a la mítica Vía de la Plata, mantuvo las fiestas de Carnaval incluso en tiempos de prohibición. Los lugares que ver en la Bañeza pueden completarse con una escapada en varias direcciones. Al oeste encontramos Hospital de Órbigo con su legendario puente medieval. Siguiendo hasta el final la Vía de la Plata aparece Astorga. Otra alternativa es la capital comunitaria, la bella León. Desde esta localidad, además, se pueden realizar varios de los planes de turismo activo en la provincia de León. Pero lo primero es lo primero: vamos con un repaso por la historia y los lugares que ver en La Bañeza.

Historia de La Bañeza

Fotografía antigua de la Plaza Mayor de La Bañeza
Fotografía antigua de la Plaza Mayor de La Bañeza

Antes de pasar a lo que ver en La Bañeza, conviene descubrir algo de su historia. En el cercano pueblo de San Martín de Torres estaba la ciudad astur de Bedunia, mencionada en el Itinerario de Antonino. Durante el 19 a. de C. ya había sido sometida por los romanos debido a la abundancia de oro y otros metales, así como por su riqueza ganadera. Hasta el siglo V formó parte del Conventus Iuridicus Asturum, de la provincia Gallaecia.

Hacia el 410, los suevos conquistaron la provincia, estableciendo un reino independiente de Roma. Más tarde en ese mismo siglo, en el cercano despoblado de Hinojo tuvo lugar una batalla en la que prevalecieron los visigodos. Sin embargo, los suevos mantendrán el control de la zona hasta el año 584. Hacia el año 714 llegaron los musulmanes a la zona por la Vía de la Plata.

Durante el 850, Ordoño II de Asturias encargó a su hermano, el conde Gatón de El Bierzo, conquistar y repoblar el territorio. Por razones desconocidas, estableció dos núcleos de población próximos. A los cristianos que le acompañaban desde el norte los puso en el Pereje. Mientras tanto, a los mozárabes llegados desde Córdoba los instaló en Bani Eiza.

Con el tiempo ambos grupos culturales y religiosos, pues los mozárabes tenían una liturgia distinta, se fusionarían voluntariamente. De este modo compartieron mercado y dos parroquias: San Pedro, luego trasladado a Santa María, y San Salvador. La última fue ofrecida en el siglo X al célebre obispo Genadio de Astorga. Durante el año 997 Almanzor destruyó el monasterio, recuperado a comienzos del siglo XI y dado de nuevo al episcopado.

En 1565 el rey Felipe II creó el Marquesado de La Bañeza para Pedro de Zúñiga. Gracias a ello el pueblo se hizo cabecera de una importante circunscripción señorial. Por sus relaciones internacionales, a la localidad acudieron mercaderes flamencos y franceses en tejidos. Además llegó a ser sede del Adelantado del Reino de León.

Historia moderna de La Bañeza

En mayo de 1808, al conocerse los sucesos del Dos de Mayo, comenzó a organizarse una resistencia local. Durante el mes julio aparecieron las tropas francesas por primera vez. Sin embargo, se retiraron a causa de la derrota de Bailén. Regresarían en el mes de diciembre, esta vez comandadas en persona por el emperador Napoleón Bonaparte. Finalmente los franceses serían expulsados en agosto de 1809. Con todo, hasta 1812 la zona cambiaría varias veces de manos. El conflicto causó una tremenda desolación en la comarca.

En 1895, La Bañeza recibió el título de ciudad, siendo reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena. Al año siguiente se abrió una estación de ferrocarril que conectaba la población con Plasencia y Astorga.

La Bañeza tiene a honra conservar el carácter franco y cosmopolita heredada del pasado. Destaca igualmente su vocación para la fiesta y el comercio. Además, sus campos conservan la huella del aprovechamiento del agua. Así, son habituales molderas, caños para fertilizar la tierra, molinos, batanes y numerosos pozos. Por otro lado, perviven las leyendas de adivinos que al toque de gaita reforestan. Además, por ella pasan los peregrinos de la Vía de la Plata en su camino a Santiago de Compostela.

Qué ver en La Bañeza

Iglesia de San Salvador, La Bañeza
Iglesia de San Salvador, La Bañeza. | Shutterstock

Los lugares que ver en La Bañeza pueden tener como epicentro el mismo origen de la localidad: el monasterio de San Salvador, del siglo IX. Apenas quedan restos originales en el altozano a las afueras donde se erigía. No obstante, aún son perceptibles restos del ábside románico de la iglesia de San Salvador, heredera del centro monástico. Posee una cornisa ajedrezada y está reforzado por cuatro columnas, dos de ellas rematan en capiteles con follajes. Bajo los aleros se conservan ménsulas con cabezas humanas, animales y motivos vegetales.

La estructura de la iglesia de fachada plateresca de tres naves data de los siglos XVI a XVIII. El retablo barroco del altar mayor, del siglo XVII, está realizado en madera de nogal. Representa la escena de Moisés con las tablas de la ley, la Trinidad y al profeta Elías. También se pueden admirar ocho lienzos de Felipe Gil de Mena, de la escuela de Gregorio Fernández, cuyas pinturas representan a los apóstoles. Por último, queda una talla de San Salvador o del Buen Pastor, de Lucas Gutiérrez, que data del año 1659.

A finales del siglo XX se reformaron la mayor parte de los edificios antiguos, levantándose otros nuevos. Por ejemplo, en la calle de Astorga y en la plaza Mayor de la Bañeza abundan las típicas casas con soportales y miradores. En la última se alza el Ayuntamiento, en chaflán, y la iglesia de Santa María, de entre los siglos XVI y XVIII.

Los museos de La Bañeza

Casco antiguo de La Bañeza
Casco antiguo de La Bañeza. | Shutterstock

Una buena visita para entender la idiosincrasia local la protagoniza el Centro de Interpretación de las Tierras Bañezanas, CITBA. Se encuentra instalado en la antigua fábrica de harinas La Única, con sus viejas máquinas restauradas. Por otro lado, el museo de la Alhaja en la Villa de la Plata se ubica en un edificio modernista remozado. Contiene una completa colección de trajes, calzado, complementos indumentarios y joyas típicas bañezanos, de los siglos XVIII a XX. Entre las curiosidades brillan en especial los collares de coral que se regalaban a las novias el día de su boda. El museo de Imaginería es otro espacio notable que ver en La Bañeza. Se localiza en un edificio propiedad de la Cofradía de Jesús Nazareno y reúne buen número de pasos de Semana Santa. A 15 kilómetros de La Bañeza se encuentra el Alfar-Museo Jiménez de Jamúz, centro alfarero en activo con sus botijos de trampa. La cercana Santa Elena de Jamuz alberga el Parque de Sistema de Riegos Vía de la Plata, museo etnográfico al aire libre. Así que La Bañeza es historia y también es cultura.