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Qué ver en Chinchilla de Montearagón

Dónde dormir en Chinchilla de Montearagón

Fortaleza, ciudad y capital

La anterior capital de esta provincia es un Conjunto Histórico-artístico que domina la llanura manchega; su rico patrimonio refleja su importante pasado. A continuación te nombramos diversas opciones que ver en Chinchilla de Montearagón.

Planifica tu escapada a Chinchilla de Montearagón

El recorrido por el castillo y demás lugares del caso histórico que mencionamos en el apartado “Qué ver en Chinchilla de Montearagón” puede ocuparnos durante medio día. La escapada puede continuar en tres direcciones distintas.

En primer lugar, dirigirse a pasar el día viendo edificios modernistas y recorriendo la renovada ciudad de Albacete. Una segunda opción es continuar por la autovía A-31 hasta la épica Almansa.

Otra interesante ruta de día completo es tomar la autovía en dirección Almansa y subir por la carretera B-13 —bordeando la Cañada de los Villares— hasta el bello pueblo de Alcalá del Júcar.  Después visitar el Parque Natural de la Hoz del Júcar.

Tanto en Chinchilla como en la ciudad de Albacete es posible contratar actividades de turismo activo. Para conocer la gastronomía local y reservar, aconsejamos nuestra página Dormir y Comer en Chinchilla de Montearagón.

¿Quieres conocer este sitio?

La historia de Chinchilla de Montearagón es más que interesante y merece la pena leerla para saber luego que ver en Chinchilla de Montearagón.

En época del califato cordobés recibió el nombre de Ghenghalet. Por aquel entonces fue un gran centro de elaboración de alfombras y tapices. Esto la convirtió en una de las poblaciones más importantes del reino de Murcia.

En 1242 las tropas del rey Alfonso X, apoyadas por las de la Orden de Santiago y las del rey Jaime I de Aragón, consiguieron conquistar su alcazaba de Xerif El-Edrisi. Se convirtió así en base de operaciones para la conquista del reino taifa de Murcia.

Durante el reinado de Juan II, el Infante Enrique de Aragón –por aquel entonces maestre de la Orden de Santiago- intentó ocupar Chinchilla de Montearagón, que formaba parte del marquesado de Villena. Sin embargo, no consiguió su objetivo. En 1422 la villa recibió el título de “Ciudad”, prueba del ascenso del poderío de los Villena. Esto reportó a la localidad su época de mayor esplendor.

En 1480 fue una de las propiedades de los Villena que fueron recuperadas por los Reyes Católicos. Para asegurar una posesión tan vinculada a sus enemigos, ocho años después Isabel y Fernando la visitaron personalmente. Juraron sus privilegios ante una cruz de cristal de roca que todavía se conserva en la iglesia de Santa María del Salvador. Además, le otorgaron los honores de “Noble y Muy Leal”.

A finales del siglo XV, la localidad sufrió una acusada decadencia en beneficio de Albacete (antigua aldea de Chinchilla), que la va superando en protagonismo político y económico.

La seguridad de su castillo motivó que en 1505 el rey Fernando el Católico encarcelara allí a César Borgia -hijo del Papa Alejandro VI y miembro de una de las familias más tumultuosas de la historia de España– a causa de su involucración en la muerte del duque de Gandía. De allí sería trasladado al Castillo de la Mota, desde el que protagonizó su espectacular fuga.

foto antigua chinchilla
Vista del Castillo cuando era usado como penal

La posición estratégica y fácil defensa de Chinchilla de Montearagón motivaron que fuera ocupada por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. En su retirada, estas destruyeron la magnífica torre del homenaje de su castillo. Con el regreso al poder de Fernando VII, recibió el título de “Fidelísima”. Se convierte así en la capital de la provincia de Chinchilla, de breve existencia.

Sin embargo, a raíz de la división provincial de 1833, la capitalidad y el nombre de la provincia vuelven a recaer en Albacete. Durante las guerras carlistas, la estabilidad de sus muros motivó que en Chinchilla de Montearagón se refugiara la diputación albaceteña.

Ahora corresponde leer el apartado Qué ver en Chinchilla de Montearagón.

A continuación, encontrarás todo lo que hay que ver en Chinchilla de Montearagón.

En el punto más alto de Chinchilla de Montearagón se alza el Castillo del Marqués. Su nombre que le viene dado por haber sido erigido por el poderoso Juan Pacheco, Marqués de Villena y gran enemigo de los Reyes Católicos. Su poderosa silueta queda realzada por el enorme foso tallado en la roca que le rodea. Alcanza diez metros de anchura y seis de profundidad.

Aparte de la magníficamente restaurada fortaleza quedan todavía en Chinchilla restos de las murallas —algunas de la época árabe— y la Puerta de Tiradores. Durante siglos la fortaleza de Chinchilla de Montearagón se utilizó como prisión.

El casco antiguo que ver en Chinchilla de Montearagón, declarado Conjunto Histórico-Artístico, conserva la belleza de su trazado medieval. Configurada arquitectónicamente en el siglo XVI, la Plaza de La Mancha es el núcleo vital de Chinchilla y el lugar donde se ubican sus monumentos más importantes.

En uno de sus flancos se levanta la Iglesia Arciprestal de Santa María del Salvador, sin duda, el edificio más representativo de los que posee la ciudad. Su construcción se inició a finales del siglo XIII. En la actualidad ofrece un curioso estado, fruto de la sucesión de diferentes estilos: portada gótica, un interior barroco y una bella cabecera renacentista.

Destaca la reja gótica de la capilla mayor, una imagen de San José, de Salzillo, y una escultura de alabastro de la Virgen de las Nieves, patrona de Chinchilla de Montearagón. En lo que fuera la sacristía se encuentra el Museo Parroquial, que alberga la Cruz de Roca ya mencionada.

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Ayuntamiento de Chinchilla de Montearagón

En el lado este de la plaza se alza el Ayuntamiento, en cuya fachada barroca se observa el escudo de Carlos III. La otra fachada, del siglo XVI y estilo renacentista, da a la Corredera, donde encontramos la antigua cárcel.

Prueba testimonial de los antiguos hidalgos que habitaron en Chinchilla en siglos pasados son los escudos que podemos encontrar en las casas blasonadas de esta ciudad. Por ejemplo, el palacio de Núñez Robres y el de López de Haro.

Son también interesantes que ver en Chinchilla de Montearagón el antiguo Pósito (depósito municipal de geno) o la Casa de la Tercia, del siglo XVI. También las pintorescas casas-cueva, situadas en la ladera este de Chinchilla del barrio del Hondón. Fueron construidas en la misma centuria por familias llegadas desde Granada y Guadix.

Reflejo de la tradición alfarera del municipio es el Museo de Cerámica Nacional. En él se exponen piezas procedentes de los alfares de todo el país.

Ya extramuros se encuentra el Convento de Santo Domingo, fundado en el siglo XIV. Destaca su iglesia, cuya decoración austera se ve rota únicamente por el artesonado mudéjar que cubre su techumbre. Aneja a la iglesia conventual está la capilla del Rosario, que posee un camarín rococó. Muy cerca se encuentra el Hospital de San Julián, que incluye un templo de fuerte influencia mudéjar.

En conclusión, esto es lo principal que ver en Chinchilla de Montearagón.

Imprescindibles

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Casa Cueva
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Castillo del Marqués

Datos prácticos

Coordenadas

38° 55′ 10.57″ N, 1° 43′ 34.92″ W

Distancias

Albacete 15 km, Toledo 264 km, Madrid 270 km

Aparcamiento

Plaza de La Mancha y Plaza de España Gratuito.

Altitud

903 m

Habitantes

4067 (2013)

A todo lo que ver en Chinchilla de Montearagón hay que sumar sus fiestas. Primero, San Antón (17 de enero); Jueves Lardero (jueves de Carnaval). Segundo, Semana Santa (de Interés Turístico Regional); Santo Domingo (primera semana de agosto). Tercero, Fiestas Mayores en honor a la Virgen de las Nieves (semana del 5 de agosto); San Miguel (del 28 al 30 de septiembre).

Son varios los eventos a tener en cuenta en la localidad. Los Miércoles (miércoles de ceniza). Soldadesca en honor a la Virgen de las Nieves (tercer domingo de mayo). También, el Encuentro Nacional de Bolilleras (junio). Festival de Teatro Clásico (última semana de junio).

La ciudad de Chinchilla es de una grandísima tradición alfarera, siendo la cuervera (recipiente con vasos para tomar la cuerva) la pieza más típica. Hay también artesanía de la forja y el esparto. Todo en El Alfar de Yinyila (Plaza de La Mancha).

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