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Zamarramala / Fiesta de las Águedas

Fiesta de las Águedas

¡Un día al año las mujeres tienen el privilegio de mandar: Las Águedas de Zamarramala!

Alrededor del 5 de febrero, día de Santa Águeda, y durante un largo fin de semana tienen lugar unas fiestas con un marcado protagonismo femenino. La Fiesta de las Águedas de Zamarramala ha sido declarada de Interés Turístico Nacional y ya es conocida en toda España.

Según la leyenda, las mujeres de Zamarramala se valieron de una argucia para rescatar el Alcázar de Segovia del poder musulmán. Ataviadas con sus mejores vestimentas y joyas, entraron en el cuerpo de guardia al anochecer. Allí bailaron provocando la esperada distracción de los defensores de la fortaleza ante tan bonito espectáculo.

El momento fue aprovechado por los hombres del pueblo que atacaron a los indefensos soldados y así los cristianos recuperaron el Alcázar.

A continuación, detallamos las características de la Fiesta de las Águedas.

Fiesta de las Águedas, Zamarramala / Fiesta de las Águedas

La acción tuvo sus consecuencias y los musulmanes apresaron a la cabecilla de las mujeres. Como escarmiento, le cortaron los senos. El castigo fue el mismo que soportó Santa Águeda, mártir cristiana de mediados del siglo III d. C., en Catania (Sicilia).

Por lo tanto, y según la tradición, este hecho se rememora desde el año 1227 con la fiesta conocida como Las Águedas de Zamarramala. Las protagonistas del evento son dos mujeres elegidas como Alcaldesas. Asumen el poder municipal portando el bastón de mando.

En los años 60 del siglo XX, según los estudios de Soraya Yrigoyen, se rediseñó la fiesta a partir de su declaración de Interés Turístico. Hasta entonces las mujeres se divertían entre ellas comiendo y bailando pero con carácter privado.

Hay que tener en cuenta que las mujeres casadas y madres estaban sometidas en mayor o menor medida a la autoridad masculina y a las normas sociales vigentes. Un día sin obligaciones en tiempos pasados suponía una gran liberación y los hombres tenían que realizar las labores habituales de las mujeres.

En los años 70 Juan Pablo Martín y Jaime Alpens introdujeron unos espectáculos que contribuyeron a la llegada del turismo.

La Quema del pelele de las Águedas de Zamarramala

La programación es la siguiente:

El jueves por la mañana las dos alcaldesas, vistiendo el traje “de avisar”, visitan al Alcalde de Segovia y otras autoridades para recibir el bastón de mando.

El sábado de la Fiesta de las Águedas por la tarde tiene lugar el nombramiento de las Alcaldesinas (normalmente una hija de cada alcaldesa). A continuación se recorren las casas del pueblo avisando a todos para que acudan a la fiesta. Al atardecer se celebran las vísperas en Honor de Santa Águeda.

El domingo, el Día Grande, las dos Alcaldesas luciendo el traje de gala y manteo rojo, reciben a las 12:00 a los invitados. Se dirigen, acompañadas de las alcaldesinas y junto al sacerdote y las aguederas (las mujeres casadas y viudas que lucen también el traje típico) a la Iglesia para participar en la Misa.

Posteriormente, en la Fiesta de las Águedas, se saca a la santa en procesión. Las aguederas recorren el camino bailando al son de una música de tamboriles y dulzaina.

Al llegar a la entrada del pueblo los abanderados (un hombre casado y otro soltero) juran las banderas arrebatadas a “los moros”, en honor a Santa Águeda y de sus esposas y madres y las bailan ante la vista del Alcázar. Las dos alcaldesas bailarán la jota recordando a sus valientes antepasadas.

Seguidamente se procede en la plaza a la entrega de los distintos nombramientos. Así, aguederas honorarias, Ome Bueno e Leal de Zamarramala. Un título honorífico concedido tanto a personas como a entidades que hayan trabajado por Zamarramala.

También, en la Fiesta de las Águedas, está el Matahombres. Se trata de un galardón ofrecido a personas comprometidas con la mujer desde distintos ámbitos. Un alfiler que se utiliza para sujetar parte del traje típico de zamarriega. Las mujeres lo utilizaban en ocasiones como broma en los bailes para mantener alejados a los hombres.

Una vez leído el pregón  en la Fiesta de las Águedas se procede a la Quema del pelele. Es un muñeco de paja que ridiculiza la figura del hombre mientras las mujeres recitan coplas burlescas. Originalmente un pelele -con una zanahoria y dos patatas a modo de órganos sexuales- era paseado por el pueblo y las mujeres improvisaban rimas mordaces.

Cerca de la iglesia las alcaldesas y las aguederas toman la “tajada” (chorizo cocido en vino blanco). Impiden a los hombres compartir el mismo espacio pero los hombres podrán tomar aparte en otros puestos su tajada…

El lunes es una jornada dedicada prácticamente de las mujeres. Se celebra una misa, las Alcaldesas se cubren con un manteo azul y se organiza el baile de “la gala”. Es el día del cambio de montera, cuando acaba el mandato de las dos Alcaldesas.

Cada vez se celebra más la fiesta de Santa Águeda en diferentes barrios de la capital y otras localidades segovianas, como Coca, Torrecaballeros, Carbonero etc…

Santa Águeda, a la que se le representa con una bandeja que lleva sus pechos cortados. Está considerada como protectora de las mujeres en general y a ella acuden las embarazadas y lactantes. Es patrona de las enfermeras.

La fiesta está ricamente documentada por Guillermo Herrero Gómez en su libro De Fiesta en Fiesta por Segovia, editado por La Obra Social y Cultural de Caja Segovia.

Imagen principal: Giles Antonio Radford