El melocotón es otra de las frutas de temporada que merece un hueco en nuestra dieta por su sabor dulce, jugoso y carnoso. Sus principales características son el hueso y su piel aterciopelada y anaranjada, rosada o amarilla dependiendo de las diferentes variedades que se pueden encontrar en el mercado.
Esta fruta procede de China, donde siempre ha sido muy apreciada por sus propiedades rejuvenecedoras, hasta el punto de que antiguamente se consideraba como el símbolo de la inmortalidad. El dios chino de la inmortalidad y la riqueza, Zhongli Quan, suele representarse con un melocotón en la mano. Posteriormente, se extendieron a Europa y España, Grecia e Italia se convirtieron en los mayores productores.
Efectos sobre el organismo
Además de su rico sabor, el melocotón es interesante desde el punto de vista nutritivo y terapéutico, pues cuenta con una serie de beneficios y propiedades que son muy destacados para la salud. Aquí os dejamos los más importantes:
Beneficioso para la piel, la vista y el pelo
El melocotón contiene betacaroteno, una sustancia antioxidante que es fundamental para el buen estado de mucosas, huesos, cabello, visión y piel. Ayuda a prevenir enfermedades en nuestros ojos como las cataratas o la pérdida de visión nocturna. Además, para todos aquellos que sean coquetos o coquetas, los melocotones y su vitamina C promueven la formación de colágeno que ayuda a tener una piel más flexible y prevenir las arrugas.
Buen digestivo
El melocotón proporciona, junto a su abundante agua, una buena dosis de fibra que resulta muy beneficiosa para la flora intestinal y que es muy útil para combatir el estreñimiento crónico. Gracias a ello, contribuye a prevenir enfermedades como el cáncer de colon. Pero, además, estimula la producción de secreciones gástricas, abre el apetito y sirve para drenar los conductos hepáticos y biliares.
Para la tensión alta
A causa del alto contenido de potasio y el bajo aporte de sodio que caracterizan al melocotón, puede considerarse un alimento idóneo para incluir en la dieta de todas aquellas personas propensas a tener la tensión arterial alta.
Reduce la inflamación
Los melocotones contienen unas sustancias (flavonoides) que actúan como unos excelentes antiinflamatorios. Estas sustancias combaten el dolor y la inflamación local, y ayudan a prevenir dolencias como el dolor de huesos o articulaciones, las tendinitis, el reuma o la artritis.
Para adelgazar
¡Sí! Has leído bien. El melocotón, debido a su bajo aporte calórico y al potasio que contiene, ayuda a eliminar los líquidos que sobran en nuestro organismo. Esto provoca que sea una fruta muy adecuada en todas las dietas de adelgazamiento.
Reduce el colesterol
El betacaroteno y los compuestos fenólicos del melocotón sirven para impedir que el colesterol malo se acumule en las arterias. Por tanto, el melocotón disminuye las probabilidades de sufrir problemas cardíacos, y además aumenta los niveles de colesterol bueno.
Formas de consumir el melocotón
Hoy en día se han descubierto múltiples formas para disfrutar de esta jugosísima fruta. Podemos degustar los melocotones tomándolos como postre, como aperitivo saludable para picar entre horas o en recetas de cocina como mermeladas, confituras, rellenos de tartas y galletas, melocotones en conserva, melocotones al vino, batido de melocotón, etc. Incluso puedeb desecarse y dar lugar a los llamados orejones que, al deshidratarse, presentan una mayor concentración energética y de nutrientes.
¿A ti te gustan?
