Parque Natural de los Valles Occidentales

El Parque Natural de los Valles Occidentales es una de las zonas más inaccesibles de España. Ocupa una extensión de 27.073 hectáreas de terreno en el extremo más occidental del Pirineo aragonés, haciendo frontera con Francia por el norte y con Navarra al oeste.

El complejo acceso a los Valles Occidentales ha propiciado que éste territorio muestre un excelente grado de conservación. Comprende principalmente los valles de Ansó, Hecho y Aísa. Su máxima altura en los 2.670 metros del pico Bisaurín, seguido de otros como célebre Mesa de los Tres Reyes, la singular cima llamada “el Castillo de Acher”, el monte Aspe o Peña Forca. El origen glaciar de estos valles occidentales es el responsable de la creación de un conjunto profuso en picos, circos, valles en forma de U, formaciones kársticas o ibones (como se llama a los lagos de alta montaña, entre los que destacan los de Estanés y Acherito).

Es posible visitar en los Valles Occidentales del Pirineo hoscense espacios de gran valor natural como el valle de Zuriza, la Selva de Oza o el valle de Aguas Tuertas, con sus llamativas corrientes de agua zigzagueantes. En paso del hombre por los Valles Occidentales se deja ver en diversos elementos arqueológicos prehistóricos o romanos.

En determinadas zonas aún sobreviven algunas de las formas folclóricas de carácter idiomático y de indumentaria más singulares de España.

Vegetación y fauna

Los Valles Occidentales del Pirineo constituyen el mejor ejemplo de bosque atlántico aragonés con frondosas masas de pino negro, haya y abeto. Destacan lugares como la Selva de Oza o el hayedo de Abi. En cuanto a la fauna, se consideran los Valles Occidentales como el último reducto del oso pirenaico; también cuenta con ejemplares de buitre leonado, quebrantahuesos, milano real, treparriscos, urogallo, jabalí, corzo, sarrio o marmota.

Senderismo y acceso

El senderismo y el montañismo son las actividades principales realizadas en el parque natural de los Valles Occidentales. Todo el territorio se encuentra surcado por una amplia red de senderos articulados por lo general en torno al GR-11, transpirenaico. Una de las excursiones más famosas es la que parte de la Selva de Oza, llega hasta el valle de Aguas Tuertas y, para aquellos más avezados, asciende al ibón de Estanés.

Al valle de Aísa puede llegarse desde la carretera N-330, que parte de Jaca hacia el norte. Para alcanzar Hecho conviene tomar la A-176, que también conduce a Ansó. A través de la carretera A-1602 se llega a Ansó atravesando la Foz de Biniés, declarada Paisaje Protegido junto a la Foz de Fago.

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