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Qué ver en Caravaca de la Cruz

Dónde dormir en Caravaca de la Cruz

Caravaca de la Cruz. Uno de los cinco lugares del Cristianismo con Año Santo Jubilar

En Caravaca de la Cruz se produjo una milagrosa aparición de una cruz, por lo que se la conoció como “La Ciudad de la Cruz”. El Papa Juan Pablo II el concedió el privilegio de ser el quinto lugar en el cristianismo que celebra el Año Jubilar “in perpetuum”. Esta distinción, su belleza y sus fiestas han convertido a Caravaca de la Cruz en un destino de peregrinos.

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Caravaca de la Cruz, en Murcia, transmite espiritualidad y calma al visitante que pasea por sus calles. Que transforma en bullicio durante sus célebres fiestas. La belleza de sus calles, su castillo – santuario y otros monumentos pueden ocupar dos días de visitas y paseos.

Además de los lugares que hay que ver en Caravaca de la Cruz, en sus inmediaciones recomendamos Cehegín (conjunto histórico-artístico asociado al vino) y la plaza fuerte de Moratalla.

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La mejor manera de saber todo lo que hay que ver en Caravaca de la Cruz, es conociendo su historia.

En sus inmediaciones de Caravaca de la Cruz se encuentra la importante Cueva Negra. Se han hallado allí los vestigios de ‘fuego del Paleolítico’ más antiguos de Europa. En su cerro los íberos erigieron cinco poblados: Cabezos de San Jorge, El Cabecico, San Sebastián, La Cruz y El Carmen.

Fue una de las poblaciones bajo el gobierno del conde Teodomir, conocido por el ‘pacto de Tudmir’. Consiguió mantener el gobierno, usos y costumbres de los visigodos hasta el año 785, cuando el califato cordobés derogó unilateralmente el pacto, provocando la islamización del lugar.

Posteriormente la población pasaría por las manos de almorávides, almohades y diversos reyes taifas, como el célebre ‘Rey lobo’.

Se cuenta que entre los prisioneros cristianos, en 1231, había un sacerdote a quien el caudillo moro ordenó celebrar una misa. Comenzada la ceremonia, el sacerdote paró ya que no había crucifijo en el altar. De repente, por la ventana del salón, aparecieron dos ángeles portando una cruz que depositaron en el altar. Ante aquella milagrosa aparición, cuenta la tradición, el sayid y los suyos se convirtieron al cristianismo.

Hasta trece años después no se firma el Tratado de Alcaraz por el que el territorio murciano es anexionado por Castilla. Como ocurrió en el resto de poblaciones de la zona, en 1264 se produce la insurrección de la población mora. Se debió al incumplimiento de garantías de autonomía del tratado. Esto provocó el despoblamiento de la vecina Cehegín que se convirtió en una aldea de Caravaca de la Cruz.

Se encomendó la defensa de esa fortaleza fronteriza a la Orden del Temple. A partir de 1312 sería reemplazada por los Caballeros de Santiago. Se forma así una gran encomienda, gobernada desde Caravaca de la Cruz, que incluyó a plazas fuertes tan alejadas como Yeste o Ricote.

En 1488, durante la Guerra de Granada, el rey Fernando el Católico visitó el castillo para adorar la Santa Cruz. Como regalo, llevó una lámpara de plata que aún se conserva.

Tras la derrota de los musulmanes de Granada Caravaca de la Cruz se extiende fuera de las murallas, sobre donde estuvieron los poblados íberos. También aumentó la población hasta unos 7.000 habitantes, convietiéndose en la tercera ciudad de Murcia a finales del siglo XVI.

La reliquia de la Santa Cruz atrajo a numerosas órdenes religiosas que fundan establecimientos en la villa. Entre ellas las Carmelitas, establecidas por Teresa de Jesús, y los Jesuitas. Estos tuvieron un papel importante en la difusión internacional del culto a la reliquia, consiguiendo que acudieran a Caravaca de la Cruz peregrinos de toda Europa.

Qué ver en Caravaca de la Cruz
Plaza del Arco. Fuente: Turismo Caravaca

En 1617 comienza a erigirse el Santuario dentro del castillo donde ocurrieron los hechos. En los siglos posteriores las órdenes religiosas promovieron la construcción de bellos edificios, imágenes y toda clase de objetos litúrgicos. Muchos de ellos actualmente son los ‘tesoros’ que hay que ver en Caravaca de la Cruz.

Durante la Guerra de Independencia las tropas francesas de Soult perpetraron el mayor saqueo de la historia de Caravaca de la Cruz; incendiando después el pueblo. La enérgica reconstrucción por parte de sus habitantes fue recompensada con el título de “Ciudad”; concedido en 1849. La época de prosperidad permitiría que en 1884 Caravaca de la Cruz fuese una de las primeras ciudades en ofrecer agua corriente en los domicilios. Con luz y telégrafo tres años después.

En 1934 se produjo el robo de la astilla de madera, el Lignum Crucis, de la Cruz de Caravaca; y durante la Guerra de 1936 buena parte del patrimonio religioso fue expoliado. En 1945 el Papa Pio XII envió al santuario de Caravaca de la Cruz otro fragmento de la cruz para sustituir al robado. Entre los días 1 y 5 de mayo se celebran grandes fiestas por ese motivo.

En 1998 el Papa Juan Pablo II concedió a Caravaca de la Cruz el Año Santo Jubilar Perpetuo; privilegio que comparte con Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela, y el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. El acto fue oficiado por el entonces cardenal Ratzinger (posteriormente nombrado Papa Benedicto XVI). Por ello, cada siete años Caravaca de la Cruz celebra el Jubileo.

A continuación os mostramos los mejores lugares que ver en Caravaca de la Cruz.

El casco antiguo mantiene la concepción de un barrio medieval; siendo el lugar más atractivo que ver en Caravaca de la Cruz. En la plaza del Arco se encuentra el Ayuntamiento. Construido en el siglo XVIII sobre un arco de sillería que originalmente sirvió de puerta de entrada a la localidad.

La renacentista Iglesia de El Salvador (1534-1600) fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional. Incluye elementos góticos, platerescos y barrocos. Fijarse en el retablo mayor, obra de José Sáez, procedente de una iglesia jesuita desamortizada. También pararse ante varias imágenes de la escuela de Salzillo y frente a la rejería de las capillas.

Desde la calle Santa Ana ‘se asoma’ la Iglesia de la Soledad, uno de los monumentos clave, que ver en Caravaca de la Cruz. Construida en la segunda mitad del siglo XVI, combina su aspecto de fortaleza con puertas y ventanas renacentistas; excepto una portada lateral barroca. El edificio acoge hoy día el Museo Arqueológico que tiene como dintel una lápida romana. Ver su colección de los poblados ibéricos de los Villares y Villaricos y sus objetos medievales.

Lo más memorable que hay que ver en Caravaca de la Cruz es el Castillo-Santuario de la Santísima y Vera Cruz, declarado Monumento Histórico Artístico. Para ello se debe subir por la cuesta del Castillo hasta lo alto del cerro. El edificio está protegido por dos torreones cuadrados con escudos de la orden del Temple.

Qué ver en Caravaca de la Cruz
Vista aérea de la localidad

El origen del Castillo es árabe (X-XI). Con planta poligonal, muros de mampostería y sillar en las partes nobles; conserva restos del período islámico como el aljibe o una mazmorra. Sus murallas datan del siglo XII. Entre los catorce torreones destacamos la torre del Homenaje, llamada “Torre Chacona” por ser Juan Chacón quien la reconstruyó en el siglo XV.

El Santuario se construyó entre 1617 y 1703, convirtiéndose en uno de los imprescindibles que ver en Caravaca de la Cruz. La fachada barroca se caracteriza por la utilización de mármoles rojos y grises; hace referencia a la Santa Cruz. La iglesia tiene planta de cruz latina, con tres naves, una tribuna corrida sobre las naves laterales y cúpula en el crucero.

En La Capilla Mayor del santuario se halla la Capilla de la Aparición. Allí se encuentra la ventana por la que entraron los ángeles que depositaron la Cruz. En el presbiterio cuelga la lámpara de plata -transformada en el siglo XVIII- . Fue un donativo del rey Fernando el Católico cuando visitó el lugar para venerar la Cruz.

La antigua Casa del Capellán, con un bonito claustro de dos plantas, alberga el Museo de la Vera Cruz. La pieza más preciada de este museo es la arqueta de plata que contiene la llamada Cruz de Caravaca. Se trata de un relicario que guarda un Lignum Crucis (fragmento de madera de la Cruz de Cristo). La Cruz tiene dos travesaños o cuatro brazos, en lugar de la cruz católica con dos. Está documentada su presencia en Caravaca de la Cruz desde el siglo XIII.

Otro de los elementos que se expone y que hay que ver en Caravaca de la Cruz es la casulla de Chirinos. La pieza de tejido hispano-musulmánxque portaba el sacerdote cuando se apareció la Sagrada Cruz.

Bajando del santuario encontramos varias casas nobiliarias en la calle de Las Monjas. El Convento de Clarisas, fundado en 1609, es el único ‘de clausura’ todavía activo en la ciudad; conatituyendo uno de los hitos que ver en Caravaca de la Cruz.

Junto a la Oficina de Turismo, se halla el Palacio de los Uribe, sede actual del Museo de la Fiesta. El palacio se construyó en el siglo XVI por Fernando de Mora y Ana de Moya. Las cuatro plantas muestran un recorrido de la Historia de la Vera Cruz, la Bendición del Vino y las fiestas de Moros y Cristianos a través de las vestimentas y ornamentos.

Qué ver en Caravaca de la Cruz
Basílica de la Santísima y Vera Cruz

En la calle Mayor se halla la Iglesia y Convento de San José , fundado por Santa Teresa en 1576. Podrás ver la sacristía mayor, el locutorio alto, una celda, la capilla de las profesas y la sala de oficios.

A lo largo de las calles, Rafael Tegeo y Mayor de Caravaca, encontramos casas señoriales: la Casa de la Virgen (s. XVIII) y la Casa de la Encomienda o Casa Tercia, edificio emblemático de la Orden de Santiago.

En el bulevar de la calle Corredera se halla la Hospedería Ntra. Señora del Carmen fundada en 1587 por San Juan de la Cruz. Una zona está habitada por  una pequeña comunidad de Carmelitas Descalzos.

Al otro lado de la calle se halla la Parroquia de la Purísima Concepción (XVI-XVII) que conserva un hermoso artesonado mudéjar. Es uno de los lugares poco frecuentados, y que hay que ver en Caravaca de la Cruz.

Cerca está ‘el Templete’ de estilo barroco, con planta hexagonal inscrita en una circunferencia. Se compone de un pódium con pilares vistos y una cúpula sobre tambor cubierta de teja árabe con una linterna. Allí se celebra cada 3 de mayo el ritual del ‘baño de la Cruz’ durante la Fiestas de la Santísima y Vera Cruz. Esto le da el apelativo de “El Bañadero”.

Alrededores de Caravaca de la Cruz. A 2 Kms. de la ciudad se encuentra el hermoso paraje natural de Las Fuentes del Marqués. Allí, el llamado ‘Torreón de los Templarios’ se reedificó en el siglo XVI sobre una edificación templaria; aloja actualmente el Centro de Interpretación de la Naturaleza y se ha convertido en uno de los hitos que ver en Caravaca de la Cruz.

Ahora que ya sabes lo que hay que ver en Caravaca de la Cruz, organiza el mejor plan y conoce los mejores lugares de este lugar.

Imprescindibles

Dónde dormir en Caravaca de la Cruz
Torreón del Castillo
Dónde dormir en Caravaca de la Cruz
Torre Iglesia el Salvador

Datos prácticos

Coordenadas

38° 6′ 27″ N, 1° 51′ 36″ W

Distancias

Murcia 74 km, Albacete 148 km, Alicante 150 km, Madrid 397 km

Aparcamiento

Se ha habilitado en el Paseo de Santa Clara una amplia zona de estacionamiento gratuito para autobuses y vehículos particulares.

Altitud

625 m

Habitantes

26 024 (2013)

A todo lo que ver en Caravaca de la Cruz hay que sumar sus fiestas. Primero, Las Cuadrillas (enero, en el barrio de Barranda); Noche del Reventón (martes previo al Miércoles Santo. Se toman las tradicionales tortas fritas hasta reventar ya que comienza la Cuaresma, tiempo tradicionalmente de ayuno).

Segundo, Semana Santa; Fiestas de la Santísima y Vera Cruz (del 1 al 5 de mayo. Declaradas de Interés Turístico Internacional. Cuenta con numerosos actos litúrgicos: procesiones, ofrenda floral, misas y además concurso de caballos a pelo, actuaciones de caballeros de San Juan de Jerusalén y desfiles de Moros y Cristianos, la Carrera de los Caballos del Vino, el acto con mayor tradición, etc…).

Tercero, Exaltación de la Santísima y Vera Cruz (14 de septiembre); Romería de los Caballos del Vino (septiembre); Los Santos Inocentes (28 de diciembre).

Por un lado, el Certamen de Migas del Sureste (20 de abril). Por otro lado, la Feria Regional del Caballo (octubre).

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