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Qué ver en Ciudad Real, el corazón de La Mancha

Qué ver en Ciudad Real

Ciudad Real nació del recuerdo de la mayor derrota de Castilla. Tras décadas de abandono, en los últimos tiempos está recuperando su patrimonio monumental. Muy cercana a zonas volcánicas y complejos lagunares, se está convirtiendo también en una base para actividades de turismo activo por toda la provincia. Todavía en la ciudad, hay que visitar la catedral de Santa María del Prado y otros espacios indespensables, que repasaremos después de trazar un recorrido por su historia.

Un poco de historia de Ciudad Real

Catedral de Santa María del Prado, Ciudad Real
Catedral de Santa María del Prado, Ciudad Real. | Shutterstock

Antes de descubrir los lugares que hay que ver en Ciudad Real, lo mejor es leer sobre su rica historia. Durante los primeros tiempos de la Reconquista el lugar se llamaba Pozo Seco de Don Gil, situado en la actual plaza del Pilar de la ciudad. Ocho kilómetros al oeste de allí se alzaba el castillo y pueblo de Alarcos. El 18 de julio de 1195 aconteció la Batalla de Alarcos. En ella, los almohades de Yusuf II derrotaron decisivamente a las tropas de Alfonso VIII de Castilla. El hecho supuso que La Mancha quedase bajo dominio musulmán.

Medio siglo después se trató infructuosamente de reconstruir las fortificaciones de Alarcos. El rey Alfonso X decidió trasladar a sus pobladores a Pozo Seco de Don Gil. Entonces, el 20 de febrero de 1255, Alfonso X el Sabio le otorgó una Carta Puebla y un término municipal. Se construyó con materiales traídos desde Alarcos un recinto amurallado llamado Villa Real.

Desde muy pronto fue escenario de continuos conflictos entre el alcaide del rey y los caballeros calatravos. Esta orden dominaba todas las demás poblaciones locales. En 1382, el rey Juan I de Castilla le ofreció al famoso caballero León IV de Armenia el Señorío vitalicio de la villa, que este mantendría hasta su muerte. Ya en 1420, Juan II de Castilla le concedió el título de Muy Noble y Leal, dándole título de ciudad a la antigua villa. Así fue como recibió su nombre actual.

El desarrollo de sus industrias de paño y vino hizo prosperar a la población. A esto se sumó el empeño de los Reyes Católicos por hacer de ella el centro administrativo del sur de España. El resultado es que acogió la sede del primer Tribunal de la Inquisición. Esta, en 1485, se trasladaría a Toledo.

Tras ello llegaron dos siglos de decadencia provocada por la expulsión de los judíos y moriscos, claves para el comercio y la artesanía. El lugar experimentará una lenta recuperación en el XVIII.

En 1691 se creó la provincia de La Mancha, nombrándose a Ciudad Real su principal centro administrativo. Sin embargo, no se trasladarían allí todas las instituciones hasta 1833. Entonces se creó la provincia de Ciudad Real y la ciudad se convirtió en su capital.

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Durante el primer tercio del siglo XX, coincidiendo con el inicio del desarrollo industrial de todo el país, Ciudad Real experimenta un crecimiento económico y social sin parangón desde su fundación. Esto dará a la ciudad grandes ejemplos de arquitectura moderna. Los mayores son la antigua estación de ferrocarril, hoy Museo Ferroviario, el Gran Hotel, actualmente Hotel Alfonso X, o la remodelación de la plaza Mayor.

En julio de 1936 los golpistas locales se sublevaron. No obstante, fueron derrotados y se produjo una dura represión que afectó a imágenes y edificios religiosos. Para eliminar el apelativo “Real”, el nombre de la población cambió al de “Ciudad Libre de La Mancha”. Ya en democracia, se edificó el Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha, en 1985. Un gran impulso unido a la llegada, en 1922, del tren de Alta Velocidad. Esta modernización ha supuesto un fuerte estímulo a la vida social y cultural de esta capital manchega.

Qué ver en Ciudad Real

La Ciudad Real medieval

Interior de la catedral de Ciudad Real
Interior de la catedral de Ciudad Real. | Shutterstock

De los cuatro kilómetros de murallas que protegían la ciudad durante la Edad Media queda poco que admirar. Tan sólo sobrevive un trozo de lienzo y la llamada puerta de Toledo, una de las ocho entradas a la ciudad. Mandada construir por Alfonso X, constituye un magnífico ejemplo de arquitectura militar del siglo XIV. La obra, realizada con sillares de caliza de la zona, es de estilo gótico-mudéjar. Esto significa que es sobria y no posee ornamentos. Hace gala de seis arcos y en su cara de extramuros ostenta el escudo de armas de Castilla.

El casco antiguo contiene buena parte de los lugares que ver en Ciudad Real. De gran belleza, está articulado en torno a sus tres parroquias. La más importante es la catedral de Santa María del Prado. El edificio actual, de estilo gótico, fue construido sobre las ruinas de un templo románico de la época de Alfonso X. En 1875, el Papa Pío IX la consagró como catedral. Al mismo tiempo, también la nombró en Obispado del Priorato de las Órdenes Militares. Su activo más sobresaliente es el retablo renacentista del Altar Mayor, obra maestra de Giraldo de Merlo.

Los grandes templos de Ciudad Real

Iglesia de San Pedro, Ciudad Real
Iglesia de San Pedro, Ciudad Real. | Shutterstock

Son también interesantes la puerta del Perdón, del siglo XIII, y el Camarín de la Virgen, barroco del siglo XVIII. La iglesia de San Pedro, muy próxima a la plaza Mayor, quizá sea la obra de mayor valor artístico que ver en Ciudad Real capital. Su construcción fue posible gracias a los fondos aportados por los Caballeros de la Flor y Nata, en el siglo XIV. Se trata de un edificio gótico del que sobresalen su torre con chapitel y las tres puertas. De su interior destaca la capilla de los Coca, que alberga el sepulcro de don Fernando de Coca, confesor de Isabel la Católica. El monumento posee una estatua yacente bastante parecida a la del Doncel de Sigüenza. Son igualmente notables la capilla de Jesús Nazareno, con una bella reja isabelina, y la sillería del coro, del siglo XVI.

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La iglesia de Santiago es la más antigua de las tres parroquias y una de las más interesantes que ver en Ciudad Real capital. Su construcción se inició a finales del siglo XIII y su estilo es románico de transición. En ella brillan especialmente las pinturas murales y el artesonado mudéjar que decora el techo. Estos se encontraron tras una profunda restauración realizada a mediados de los ochenta. La iglesia de la Merced, de estilo barroco y fachada de influencias herrerianas, completa el patrimonio de carácter religioso que ver en Ciudad Real.

Otros rincones que ver en Ciudad Real

Plaza Mayor de Ciudad Real
Plaza Mayor de Ciudad Real. | Shutterstock

La interesante plaza Mayor, dotada de soportales en tres de sus lados, se ve afectada por el extraño edificio del Ayuntamiento, de 1976. De estilo nórdico, es obra del arquitecto madrileño Fernando Higueras. Frente al consistorio actual se encuentra la casa del Arco, del siglo XV. la edificación fue incautada por los Reyes Católicos al rabí judío Alvar Díaz para ser Ayuntamiento de Ciudad Real. Encima hay un reloj carillón que marca las horas con las figuras de Don Quijote, Sancho y Cervantes saliendo al balcón al compás de la música.

Durante la segunda mitad del siglo pasado se produjo un gran abandono del patrimonio ciudarrealeño. Pese a ello, la ciudad conserva algunos ejemplos de arquitectura civil de finales del XIX y primera mitad del XX. Por ejemplo, sobresalen el palacio de la Diputación, edificio civil más bello de Ciudad Real, y el antiguo Casino. Ambos son obra del arquitecto Santiago Rebollar. La casa de la Cultura, de Miguel Fisac, es asimismo notable.

Los museos

La implantación en la ciudad del Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha ha incrementado la actividad cultural en los últimos años. Prueba de ellos son los numerosos museos que se pueden ver en Ciudad Real. Los principales están ubicados en los alrededores de la plaza Mayor y la Catedral. El Museo Provincial se inauguró en 1982. El espacio muestra los hallazgos arqueológicos de la provincia y una buena colección de pintura de artistas ciudarrealeños como Antonio López, Gregorio Prieto, Guijarro o Andrade.

Por su parte, el Museo Diocesano está situado en la planta baja del antiguo Palacio Episcopal. Se trata de un edificio modernista de finales del siglo XIX adaptado a la exposición. Su interior guarda una importante muestra de arte sacro de la Diócesis de Ciudad Real. Muy próximo a él se encuentra el Museo Elisa Cendrero. Dentro espera el Archivo Histórico Municipal, con el original de la Carta Puebla de fundación de la población. La casa, que conserva la decoración propia de la época, contiene también interesantes pinturas de artistas de la provincia.

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El museo de Manuel López Villaseñor, ubicado en una antigua casona del siglo XV, alberga una colección de pinturas del artista que le da nombre. También podemos ver en Ciudad Real el Museo del Quijote, dedicado al personaje cervantino. Su oferta se completa con una biblioteca de tema cervantino y un centro de estudios y documentación.

Los alrededores

Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. | Shutterstock

A ocho kilómetros al oeste espera el Parque Arqueológico de Alarcos. En el cerro hubo asentamientos sucesivos desde la Edad del Bronce, siendo muy importante la ciudad ibérica oretana allí asentada durante los siglos V al III antes de Cristo. En los años anteriores a 1195, Alfonso VIII desarrolló un gran proceso de fortificación alrededor de su castillo. Todo fue interrumpido por la derrota cristiana. Se ha encontrado una gran fosa común con cadáveres de los guerreros. A partir de la recuperación del territorio hacia 1212 se intentó reedificar, pero, al desistirse, algunos de los materiales se trasladaron para construir Villa Real, ahora Ciudad Real.

Al lado del Parque se encuentra el santuario de Nuestra Señora de Alarcos, de los siglos XIII–XIV, declarada Bien de Interés Cultural. Destaca un gran rosetón en la fachada y los pilares octogonales de piedra caliza que soportan los ocho arcos apuntados del edificio. Por otro lado, los amantes de las aves tiene una imprescindible excursión de día al Parque de las Tablas de Daimiel. La jornada continuaría con una visita a Daimiel y su importante yacimiento de la motilla del Azuer, al este del pueblo. De vuelta a la capital por la autovía, si se toma la desviación de Carrión de Calatrava, se puede admirar el Castillo de Calatrava La Vieja.

Otra excelente excursión es pasar la mañana en la cercana Almagro. Para la tarde queda la visita de los lugares que componen el Parque de Hoya de Cervera y Macizo de Calatrava. Hay múltiples opciones de turismo activo en Ciudad Real, que ofrecen experiencias en las lagunas y zonas volcánicas. El enclave más notable al respecto es el Parque Nacional de Cabañeros, al norte de la provincia.