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Que hacer en Bilbao La nueva ciudad de museos

Sobre la antigua anteiglesia de Abando se desarrolló el Bilbao de museos, espacios públicos, ferias y tiendas. Una de las ciudades más acogedoras de España.

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El Bilbao más comercial también es un importante imán cultural, con dos museos de la importancia del Bellas Artes y el Guggenheim, por mencionar solo los dos más famosos. Además de excelentes paseos que llevan a las turísticas Siete calles del viejo Bilbao, dispone de ágiles conexiones para visitar las villas costeras de Portugalete y Santurce (en la márgen izquierda del río Nervión, dando al Abra en que se encuentra el célebra Puente Colgante) y con las localidades playeras de la margen derecha: Algorta (Getxo), Sopelana y Plentzia.

La gran cantidad de hoteles modernos que hemos recogido en nuestras páginas dormir comer en el centro de Bilbao y las conexiones por autopista hacen de Bilbao una buena base de partida para excursiones extraordinarias. Por ejemplo, a lugares como Gernika, el bosque de Oma o la reserva natural de Urdaibai.

A continuación, un ejemplo de todo aquello que hacer en Bilbao.

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Aquello que hacer en Bilbao se complementa con su historia. La iglesia de San Vicente Mártir de Abando se edificó en el siglo XII para aglutinar a los campesinos de los alrededores. Se reunían en su anteiglesia para deliberar y elegir periódicamente a las personas encargadas de regir sus destinos. En 1300 se segregó el barrio situado en la margen derecha del Nervión. Se encuentra colindante con las anteiglesias de Begoña y Deusto, para fundar una aldea independiente: Bilbao.

Esa aldea se convirtió en villa. Acumuló toda clase de privilegios de la Corona, creciendo hasta conseguir la hegemonía comercial y administrativa de Vizcaya. La vecindad con una villa tan pujante facilitó que Abando se convirtiera en la segunda población; allí se establecieron los astilleros. Sin embargo, carecía del estatus jurídico de villa y de las ventajas que el consulado otorgaba a los comerciantes que hacían sus negocios desde Bilbao.

A principios del siglo XIX Abando tenía unos tres mil habitantes, un tercio de la población de Bilbao. Entre 1800 y 1804 los junteros de las demás poblaciones de Vizcaya se confabularon para acabar con el “yugo (mercantil) insoportable” de Bilbao promoviendo la construcción en Abando del Puerto de la Paz (que acabó de mala manera).

A lo largo del siglo XIX muchos habitantes de Bilbao decidieron cruzar a la margen izquierda para conseguir suelo urbanizable a menor coste. El ferrocarril llegó a Abando en 1863. Se inauguró en sus terrenos el edificio de la Bolsa y las empresas siderúrgicas y demás fábricas, como Altos Hornos de Vizcaya, emergieron en medio de este maremágnum de progreso y desarrollo.

En 1870 una parte de Abando fue anexionada por Bilbao, proceso que se detuvo por la Tercera Guerra Carlista. Pero ya en 1876, recién finalizada la contienda, se realizó el ensanche de la capital en los nuevos terrenos de Abando. Finalmente, en julio de 1890 sus habitantes llegaron a la conclusión de que les convenía más dejarse absorber completamente por Bilbao.

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El ensanche de Abando se hizo con grandes calles, amplias y rectas, que dan un especial protagonismo al espacio. Siguen la tónica de las grandes ciudades europeas. La conexión principal entre la vieja ciudad y la nueva se realizó mediante el puente del Arenal. Comunica directamente con la Gran Vía Don Diego López de Haro, principal arteria de la remodelación, en torno a la cual se organizó la nueva urbanización.

Posteriormente, la ciudad se expandiría hacia Indautxu y hacia el sur. Bajo dirección de Evaristo Churruca, la ría sufrió importantes remodelaciones. Se dragó para facilitar su navegación y el puerto se acercó más al mar.

En 1865 nació en Abando Sabino Arana, de una familia carlista con un astillero de barcos veleros. Su impresión de la destrucción del Abando de su imaginario juvenil debió influir en la elaboración de un ideario que preservara la identidad tradicional vasca ligada al campesinado. Sería la base del nacionalismo vasco y del partido que fundó en 1895.

Bilbao se convirtió poco a poco en una gran ciudad industrial. Junto a ella floreció un nuevo movimiento cultural y artístico. Durante la última parte del siglo XX la urbe industrial ha ido dejando paso a una ciudad de museos, ferias y tiendas. Hay mucho que hacer en Bilbao, capital turística europea.

foto antigua bilbao
Puente del Arenal

Arquitectos de renombre internacional han diseñado la modernidad de Bilbao. Norman Foster (el metro), Frank Gehry (Museo Guggenheim de Bilbao) y Santiago Calatrava (aeropuerto de Bilbao en Loiu y puente de Zubizuri sobre el Nervión). Gracias a todo esto, la villa se terminó posicionando como un importante centro de negocios y artes. La calidad de vida se vio elevada exponencialmente, configurándose así el Bilbao que ahora conocemos. El mismo, el 19 de mayo de 2010, sería reconocido con el premio Lee Kuan Yew World City Price, considerado como el Nobel de urbanismo.

A continuación recomendamos leer la sección ‘Que hacer en Bilbao’.

Hay mucho que hacer en Bilbao, un núcleo moderno y cosmopolita que resurge de las cenizas de un pasado industrial y gris. Visitar Bilbao es conocer una ciudad repleta de grandes atractivos patrimoniales, culturales, gastronómicos y de compras.

En la margen izquierda bilbaína de la ría – que es el actual centro de Bilbao – se mezclan edificios clásicos, decimonónico, y muestras de una ciudad contemporánea y vanguardista. Comenzamos nuestro recorrido sobre que hacer en Bilbao en el Puente del Arenal. Es un espacio urbano que se concibió como un núcleo de transición entre la ciudad antigua y la nueva.

Desde allí divisaremos la modernista Estación de Naja de Santander (1902). También el edificio de la Sociedad Bilbaína (1913) uno de los clubes más antiguos de España.

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Tomando la calle Navarra llegaremos hasta la Plaza Circular, presidida por la Torre del BBVA (1968), símbolo del poder financiero bilbaíno. Frente a ésta emergen de la tierra las salidas tubulares del Metro (1995), diseñadas por Norman Foster y conocidas con el nombre popular de “fosteritos”. La plaza es el inicio de la Gran Vía de Don Diego López de Haro, con una estatua realizada por Mariano Benlliure.

En la Gran Vía se concentran numerosos palacios residenciales burgueses y edificios que reflejan el poder económico y político de la villa. Uno de ellos es el Palacio de la Diputación Foral (1900) de estilo ecléctico y aspecto compacto y elegante. En sus alrededores se distribuye una zona comercial. También se ubica la Biblioteca Foral, con diseño vanguardista de estructura semitransparente que la hace asemejarse a un contenedor de libros.

Continuando por la Gran Vía se llega a la plaza elíptica o de Federico Moyúa, donde se alzan el Hotel Carlton y el Palacio Chávarri. Al final de la vía se encuentra el Monumento al Sagrado Corazón, en cuya plaza se sitúa el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna (1999). Ocupa el espacio dejado por unos antiguos astilleros. Sus arquitectos le dieron la forma de la proa de un barco y lo erigieron con acero rojizo similar a la construcción naval.

Al otro lado del puente de Euskalduna, en el muelle Ramón de la Sota se encuentra el Museo Marítimo Ría de Bilbao, donde pueden verse embarcaciones y siete siglos de actividad portuaria.

Una de las ‘obligaciones’ que hacer en Bilbao es pasear. Empezando por el Parque de Doña Casilda de Iturriza, mezcla amplias alamedas rectas con rincones más tortuosos y estanques. Del mismo modo, en él destacan especialmente la pérgola mudéjar, el estanque de los patos y el Monumento a Casilda de Iturriza (1905). Éste último obra del escultor Agustín Querol.

En el otro extremo del parque se halla el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Alberga obras de El Greco, Goya, Picasso e Ignacio Zuloaga, entre otros. A su lado está el Monumento a Arriaga (1906-1933), obra de Paco Durrio y uno de los emblemas de la ciudad.

leyendas de Euskadi

Frente a la fachada más antigua del museo están la Plaza de Euskadi y la Torre Iberdrola (2010). Hablamos del rascacielos más alto de la ciudad, con ciento sesenta y cinco metros de altura. Es una obra del arquitecto argentino César Pelli. La plaza incluye unos edificios pertenecientes a la Universidad de Deusto. Por ejemplo, el Paraninfo o la Biblioteca (2009), diseñada por Rafael Moneo.

Desde aquí continuamos por la Alameda de Mazarredo hasta el Museo Guggenheim Bilbao. Los más importante que hacer en Bilbao es contemplar las formas ‘sin líneas rectas’ de este edificio. Está estructurado a partir de varios bloques interconectados revestidos por placas de titanio y piedra caliza. En su interior alberga algunas obras maestras como La materia del tiempo (1994) de Richard Serra.

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Fuera, frente a la fachada principal encontramos a Puppy (1992). Se trata de un enorme perro terrier ideado por Jeff Koons y hecho a partir de arbustos y flores. En los alrededores del museo se distribuyen otras piezas monumentales como la enorme araña Mamá (1999) de Louise Bourgeois o Tulipanes (1995) del mismo Jeff Koons. Una de las cosas que hay que hacer en Bilbao siempre es acercarse al balcón de la ría sacarse una foto.

Continuando por la Alameda o por la orilla del río se localizan las Torres de Isozaki (2002-2008). Son un conjunto de viviendas compuesto por dos torres separadas por una gran escalinata. Frente a ellas se despliega el Puente Zubizuri (‘el puente blanco’). Lo diseñó Santiago Calatrava, como un barco de vela blanca con suelo de cristal que une las dos orillas de Bilbao por medio de un arco inclinado.

Retornando a la Alameda de Mazarredo, volveremos a introducirnos en el Bilbao decimonónico de señoriales viviendas burguesas. Entre ellas destaca el Palacio de Ibaigane (1920), edificio neovasco que actualmente es sede del Athletic Club de Bilbao. Se trata de uno de los equipos más señeros del mundo.

Los cercanos Jardines de Albia son uno de los espacios con más solera de la villa. En otras palabras, allí encontramos una estatua del escritor vizcaíno Antonio Trueba (1895) realizada por Mariano Benlliure. Llegados a este punto, es tradición hacer en Bilbao una reparadora parada en el Café Iruña, de decoración neomudéjar. Con sus más de 100 años de historia continúa siendo centro de tertulias de los bilbaínos.

Luego podemos continuar el recorrido por el centro de Bilbao hasta la Alhóndiga, nuevo centro de ocio y cultura. O acercarnos hasta ‘la catedral’ de San Mamés, estadio de los leones bilbaínos del Athletic. Finalmente, concluir nuestro día disfrutando de unos sabrosos pintxos o del txacolí vasco en la zona de los alrededores de la calle Licenciado Poza.

Para quien disponga de tiempo, hay otros planes menos habituales que hacer en el propio Bilbao o en sus alrededores.

Imprescindibles

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Palacio de Chavarri
Museo Guggenheim
Museo Guggenheim

Datos prácticos

Coordenadas

43° 15′ 25″ N, 2° 55′ 25″ W

Distancias

San Sebastián – Donostia 100 km, Santander 102 km, Madrid 398 km.

Aparcamiento

Parking Pío Baroja, Estación de trenes de Abando, Parking Plaza de Indautxu.

Altitud

19 m

Habitantes

349 356 (2013)

Carnavales. Nuestra Señora de Begoña (15 de agosto) y Semana Grande (desde el sábado anterior al 22 de agosto). Santo Tomás (21 de diciembre). San Bartolomé (24 de agosto).

Bilbao BBK live (julio), Zinebi

Festival de Cine Documental y Cortometrajes (noviembre)

Vino Txakoli D.O. Bizkaia Bodegas Berroja, Eguzkialde y Kokolo)

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