fbpx

Isabel de Solis y la fuga de Boabdil

isabel de solis y la fuga de boabdil

Hacia el año 1470 la localidad de Martos (en la actual provincia de Jaén) era una estratégica plaza fuerte de la frontera castellana con el reino nazarí de Granada. La defensa de su Castillo de la Higuera y de la población estaba encomendada desde hacía muchos años a la Orden de Calatrava. Esta orden de caballería le había nombrado alcaide de la fortaleza al caballero Sancho Jiménez de Solís.

Durante una cabalgada en la que los moros asolaron los alrededores de Martos, los atacantes se toparon inesperadamente con la hija del alcaide del castillo de Martos. Y decidieron llevarse con ellos a la bella joven Isabel de Solís.

Isabel de Solis y la fuga de Boabdil

A causa de su hermosura Isabel de Solis fue presentada como regalo al sultán. Muley Hacen se quedó prendado de la belleza de Isabel y la convirtió en una de sus concubinas. La relación entre ambos se fue haciendo más intensa: primero Isabel de Solis se convirtió al Islam, adoptando el nombre de Zorayda —que quiere decir en lengua árabe «Lucero del Alba»— y después se casó con el Sultán. Este amor dio lugar al nacimiento de dos hijos varones: Nasr ben Alí y Saad ben Alí. La pasión del sultán provocó el despecho de la primera esposa, la sultana Aixa, que no aceptó su nueva posición de subordinación en la familia del sultán. Además, el rápido incremento de la familia de Muley Hacen cuestionaba que su hijo primogénito Boabdil fuera quien le sucediera a su padre en el trono de Granada, pues éste podía nombrar herederos a algunos de los hijos de su nueva esposa favorita.

También te puede interesar  Las murallas más bonitas de España

Unos años antes el clan granadino de los abencerrajes (nombre que quiere decir “los hijos del sillero”) había sufrido en una gran matanza ordenada por el padre del sultán Muley Hacen, y en la que éste también había participado. Sabedora del odio que el clan sentía por el sultán y su deseo de recuperar protagonismo en la Alhambra, Aixa selló una alianza con ellos, de modo que apoyarían a su hijo como futuro sultán de Granada. La negativa marcha de la guerra con los cristianos provocaba la llegada de moros refugiados, e iba generando un insoportable ambiente de tensión en una ciudad cada vez más superpoblada.

Durante el invierno de 1482 los abencerrajes extendieron rumores sobre la infidelidad al Islam de la sultana Zorayda, criticando la incapacidad del sultán para gobernar un reino que retrocedía continuamente frente a los cristianos.
Se fue caldeando el ambiente en la ciudad de Granada hasta producirse un gran tumulto que acabó con varios muertos. Sospechando quienes podían haber sido los instigadores, Muley Hacen decidió afirmar su autoridad encerrando a la sultana y a su hijo Boabdil en una torre de la Alhambra. Hacia el mes de junio, Boabdil y su madre se pusieron de acuerdo con los abencerrajes con el fin de sellar una alianza y preparar un plan de huida.

Isabel de Solis y la fuga de Boabdil

Una noche, las doncellas de la sultana anudaron los velos de sus vestidos para formar una soga con la que consiguieron descolgar a Boabdil de la torre. Al pie de la misma le esperaban varios abencerrajes con un caballo listo para huir.

estatua de boabdil
Estatua de Boabdil

En el mes de julio Boabdil ya había reunido suficientes partidarios como para volver a Granada con más abencerrajes; allí se enfrentaron al bando de los zegríes —el clan rival que era partidario del Sultán Muley Hacen—. Durante los combates en las calles de Granada entre los partidarios del padre y del hijo llegó la noticia de que los cristianos habían atacado la ciudad de Loja. Padre e hijo se reunieron, pactando una tregua hasta que el padre y su hermano El Zagal regresaran de la expedición de auxilio a Loja, momento en que tratarían de pactar un acuerdo sobre la sucesión al trono y el papel en la corte de los abencerrajes.

También te puede interesar  La iglesia de Burgos donde yace una princesa vikinga

Lo cierto es que Boabdil decidió ignorar el pacto, aprovechando la ausencia de su padre y de su tío para asumir el completo control de La Alhambra y de la ciudad. Al enterarse su padre del engaño ya nada podía hacer contra las defensas de la ciudad, exiliándose con El Zagal en los territorios del reino granadino poblados por el bando zegrí que le era leal. Así comenzó la guerra civil que selló el comienzo del final del reino nazarí.

Esta historia continúa con la de Aliatar —el suegro de Boabdil— que casualmente era el alcaide de Loja. ¿Se trató de un engaño para alejar a Muley Hacen y El Zagal el aviso del asedio de Loja?

Texto de Ignacio Suarez-Zuloaga e ilustraciones de Ximena Maier

Si te ha gustado esta historia sobre Isabel de Solis, no te pierdas…

BOTON ISABEL LEYENDA
hitorias andalucia