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Huelva / San Sebastián

San Sebastián en Huelva

Huelva celebra anualmente las fiestas en honor a su patrón con una serie de actos populares con su punto álgido en la procesión de San Sebastián.

Las fiestas patronales San Sebastián en Huelva cuentan en su haber con más de 500 años de historia. La devoción a San Sebastián puede remontarse al menos hasta 1516, cuando una bula emitida por el Papa León X constata la existencia de una ermita con su advocación. Como festividad, la primera referencia escrita que se conoce data de 1613. En este siglo San Sebastián podía ser considerado ya como protector de la ciudad, pero esta relación no se formaliza hasta el año 1783, en el que el santo pasa a ser oficialmente Patrón de la ciudad.

Los actos en honor a San Sebastián en Huelva tienen lugar en torno al día 20 de enero, día del santo. Durante el tiempo que Huelva celebra sus fiestas, como es habitual en España la ciudad se engalana y vive sus días grandes repletos de toda clase de actuaciones, conciertos, concursos, o degustaciones de productos típicos onubenses como las famosas habas con chocos. La Procesión de San Sebastián es el acto principal de estas fiestas. El paso del santo por las calles del barrio que lleva su nombre supone un auténtico acontecimiento en la ciudad; los balcones se engalanan con vistosos ramilletes florales y la presencia de los palmitos se vuelve inevitable. Esta planta es uno de los principales símbolos de la fiesta, toda una seña de identidad para los onubenses durante estos días.

San Sebastián en Huelva, Huelva / San Sebastián

La imagen de San Sebastián, obra del escultor Enrique Pérez Comendador, recorre a hombros de miembros de la Hermandad de los Estudiantes la distancia que separa la iglesia de su advocación y la parroquia mayor de San Pedro mientras miles de onubenses y visitantes se agolpan en las calles a su paso.

Las fiestas de San Sebastián en Huelva son uno de los acontecimientos populares más importantes de la ciudad. Toda una ocasión para los turistas de toda España para acercarse hasta ella, disfrutar de sus días grandes y hacerse con varios ejemplares de su planta más representativa, pues como reza el dicho “el que compra palmito en enero, no le faltará en dinero”